La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal, compuesta por ocho personas, sospechosa 38 robos con violencia cometidos en viviendas, bares, gasolineras y una joyería en las provincias de Valencia y Castellón.

La operación se ha saldado con la detención de seis personas e investigación de otras dos, por los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, robo con violencia, robo con fuerza, blanqueo de capitales, falsedad documental, y usurpación del estado civil.

Los supuestos miembros de la trama son seis varones y dos mujeres de edades comprendidas entre los 21 y 49 años y todos de nacionalidad rumana. En los registros efectuados los agentes han intervenido diferentes piezas de joyas, teléfonos móviles y 300 gramos de hachís.

La operación ''Legona'' se inició el pasado febrero, a raíz de un robo con violencia en una gasolinera de Sagunto (Valencia), donde tres personas rompieron los cristales del local amenazaron a la empleada y se llevaron la recaudación.

SE HACÍAN PASAR POR PERSONAS QUE RECOGÍAN RESIDUOS

La investigación llevó hasta estas ocho personas, de las que seis fueron detenidos, y se constató que eran responsables de otros robos. Los sospechosos se desplazaban en bicicletas haciéndose pasar por personas que recogían residuos. De esta forma conseguían pasar desapercibidos y aprovechaban para seleccionar los futuros objetivos que iban a robar, especialmente bares con maquinas recreativas.

También viajaban en tren, en distintos vagones para no ser relacionados y sin hablarse entre sí. Los robos siempre eran en lugares próximos a las vías del tren. El cabecilla de la organización, al tener tres requisitorias en vigor, utilizaba varias identidades falsas. Era el encargado de distribuir el trabajo de sus miembros y de repartir los roles que en cada momento ejercían cada uno de ello, pero él sólo salía de su domicilio a la hora de cometer los robos.

A la hora de cometer el robo se distribuían de tal forma que mientras varios de ellos entraban en el establecimiento otro se quedaba fuera vigilando para alertar en caso de observar presencia policial.

Una vez sustraídos los objetos pasaban la noche a la intemperie y regresaban a sus domicilios a la mañana siguiente cogiendo el primer tren que hubiera para pasar desapercibidos debido a la gran afluencia de personas a esas horas. Asimismo, la organización contaba con puntos estratégicos donde guardaban el material necesario para realizar los robos.

Entre los efectos intervenidos se ha podido recuperar un móvil y los pendientes que le fueron sustraídos a la dependienta de una gasolinera. Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción número 4 de Sagunto (Valencia).