El acusado por el asesinato de Iris Francés, su exmarido, Carlos Gaspar Hernández, reconoció todos los hechos que se le imputaron y se declaró culpable en la primera y única sesión del juicio con jurado que se desarrolló ayer en la Sección V de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Gaspar únicamente respondió a las preguntas que le formuló el fiscal para reconocer la autoría de la muerte violenta ocurrida en octubre del año pasado en la avenida de Los Majuelos, en El Sobradillo.

Y el Jurado emitió ayer por unanimidad un veredicto que lo declara culpable de asesinato e intento de homicidio.

El fiscal y la Defensa solicitaron una pena de 23 años de prisión en total por el asesinato de Iris y el ataque a la madre de esta. El abogado de la familia de Iris reclamó una condena de 30 años de cárcel, mientras que la acusación popular ejercida por el Instituto Canario de Igualdad solicita una pena de 25 años por la muerte de Iris.

Para los hijos de la pareja todas las partes demandan 150.000 euros de indemnización y otros 75.000 para la madre de Iris.

En el turno de palabra que ayer le concedió el magistrado, Carlos Gaspar afirmó: "Me declaro culpable", expresó su "arrepentimiento" y que nunca quiso acabar con la vida de su expareja, con la que tuvo tres hijos. Gaspar señaló que sufrió un momento de "arrebato". "Pido disculpas a nuestros hijos, luego a su familia y a la mía, que lo está pasando fatal", dijo. La expresión "arrebato" no parece la más adecuada, en base a la declaración prestada por algunos testigos. Uno fue un compañero de trabajo de Gaspar en la gasolinera situada a 50 de metros de la casa de la víctima. Este hombre expuso que, días antes del suceso, Gaspar Hernández llevó un cuchillo jamonero y lo guardó en una bolsa en su puesto de trabajo. Y el mismo día en que se produjo el ataque a la víctima lo recogió y lo usó para matar a la madre de sus hijos. Además, la trabajadora de un bar situado junto al escenario del crimen señaló que el procesado le pidió unos guantes de látex poco antes del hecho.

El fiscal argumentó que la víctima no tuvo oportunidad alguna de defenderse, ya que las primeras tres puñaladas las recibió por la espalda. Y una de ellas ya era mortal de necesidad. Después, cuando la afectada ya estaba en el suelo, el acusado le propinó otras siete; una de estas le alcanzó el cuello y otra, el corazón. El representante del Ministerio Público explicó que hubo "un ataque a traición" y que este estuvo preparado. En medio, Gaspar Hernández también acuchilló tres veces a la madre de Iris, Julia Luis Encinoso.

El fiscal señaló que esta es una doble víctima: por las lesiones que sufrió y por ver morir a su hija. El representante del Ministerio Público comentó que los tres hijos de la pareja son los que más sufren, "porque han perdido a sus padres".

Gran tensión entre los presentes en la sala

Hermanas, otros familiares, amigos y vecinos de Iris Francés casi llenaron la sala del Palacio de Justicia donde se desarrolló el Tribunal con Jurado. Muchos de ellos portaban una camiseta blanca con una foto de la víctima en su parte delantera. Algunos expresaron rechazo ante las palabras de arrepentimiento y disculpas emitidas por Carlos Gaspar. Al salir hacia los calabozos, el procesado se tapó la cara lateralmente con las manos, mientras que varios de los presentes le gritaron palabras como "asesino" o "verdugo". Esta última expresión también fue utilizada por la madre de Iris en su declaración. Ante su grado de nerviosismo, el magistrado Francisco Mulero le planteó la posibilidad de retrasar o posponer el juicio, pero Julia Luis Encinoso se repuso y se mostró conforme a continuar la vista oral. En palabras del fiscal, la relación entre Iris y Carlos había acabado en enero de 2014. Y el 22 de octubre de 2015 fue el día elegido por Gaspar Hernández para matar a su expareja. Según el representante del Ministerio Público, tal hecho se produjo cuando Iris dejó de ser exclusivamente madre para ser también mujer. La víctima llegó de trabajar a las 22:20 horas. Y diez minutos después salió de su casa para ir a tomar un café con unos compañeros de trabajo. El procesado, con los guantes de látex y el cuchillo, estaba escondido y aprovechó que Iris se introdujo en su Renault Tráffic para acceder también al vehículo. Tras una breve conversación, trató de agredirla en el interior. La afectada tocó repetidamente el claxon y corrió pidiendo auxilio, a la vez que gritaba "ayúdenme que me mata". La mujer fue perseguida unos 10 metros, hasta que el varón la alcanzó y la empezó a apuñalar por la espalda. En la tarde de ayer, el Tribunal de Jurado declaró a Carlos Gaspar Hernández culpable de los delitos de asesinato y homicidio en grado de tentativa. Los miembros del Jurado tuvieron en cuenta no solo la confesión del procesado, sino también las pruebas testificales y documentales expuestas en una sesión inusualmente rápida.