Una mujer, identificada como María Candelaria A., fue juzgada ayer por intento de asesinato, ya que se la considera la autora del apuñalamiento a una joven junto a la oficina del INEM en la avenida Islas Canarias de Santa Cruz de Tenerife en abril del pasado año.

Cansada de intentar suicidarse varias veces, con lesiones de mayor o menor gravedad, la hoy procesada, que continúa en prisión provisional, se levantó esa mañana con la intención de matar a alguien para que, por fin, le hicieran caso y la ingresaran en un centro psiquiátrico o en la cárcel de por vida.

Así lo expuso un policía nacional del Grupo de Homicidios en base a lo que la presunta autora relató a él y a otro agente tras confesar que había atacado por la espalda a una mujer.

El 5 de abril de 2015, la acusada se levantó con el firme propósito de matar a alguien. Y, para lograrlo, cogió un cuchillo de cocina de 27 centímetros de largo y salió a la calle.

La presunta autora del intento de asesinato y la afectada no se conocían de nada. Tras buscar por la calle, la implicada se fijó en una joven, que tiene una niña de corta edad y que se despidió de su madre, una funcionaria de la oficina del INEM.

La víctima dijo que "fui a tomar un café con mi madre y, cuando nos despedíamos, sentí un golpe fuerte por detrás y un pinchazo en la espalda". Al girarse para ver qué pasaba, la joven volvió a sentir cómo le clavaban el arma y se la sacaban. En la vista, la perjudicada señaló que "tengo una niña de 5 años y pensé que no la iba a ver más". Se fijó en que la agresora tenía el cuchillo a la altura de la cabeza y trató de clavárselo una vez más. Entonces, pudo esquivar el ataque lanzándose a la calzada de la mencionada avenida.

Después corrió hacia las vías del tranvía y, posteriormente, pudo parar un taxi, en el que se fue con su madre hasta el Hospital La Candelaria.

Mientras, la presunta autora se quedó sentada en un portal próximo al lugar de los hechos, temblando, muy pálida y en estado de gran nerviosismo, según una testigo, que le hizo preguntas a las que no respondió. Cuando dicha vecina del lugar seguía junto a la mujer, se percató de que llegó un joven y le quitó a la atacante un cuchillo grande de las manos.

El fiscal, la abogada de la acusación particular y el letrado de la defensa coinciden en que los hechos ocurrieron de esa manera.

Sin embargo, el abogado de la procesada trató ayer de demostrar que las lesiones sufridas por la víctima y la afección psicológica no eran tan graves y que su defendida sufre esquizofrenia, algo que rechazan el Ministerio Público y la acusación particular.

El juicio se desarrolló por la Sección VI de la Audiencia Provincial con un tribunal ordinario formado por dos magistradas y un magistrado presidente.