La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a un total de 13 años de cárcel a siete personas, tres de ellas como cómplices, que pertenecían a una red que estafaba a empresarios con la venta de bonos falsos --llamados Euronotas-- vinculados a unas inexistentes minas en Argentina.

La sentencia de la sección segunda hecha pública este miércoles, contra la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, reconoce a José Manuel Mosquera como ''cabecilla'' de la trama y culpable de los delitos de estafa y falsedad en documento mercantil.

Por el primero, ha sido condenado a tres años de prisión y a la inhabilitación especial como sufragio pasivo, y por el segundo, dos años de cárcel y una multa diaria de seis euros durante once meses. Además, deberá abonar a los perjudicados más de 42.000 euros.

Mosquera se presentaba como representante para Europa de la Cámara Internacional de Comercio, Energía, y Minería de Mercosur --Cidecomer-- y príncipe de una enigmática dinastía.

La sentencia fija la estafa documentada en algo más de 330.000 euros, si bien el Ministerio Fiscal ha defendido que la cantidad superó los 750.000 euros.

La Audiencia Provincial considera probado que entre 2009 y 2012, los empresarios realizaban aportaciones iniciales de 3.000 euros a cambio de unos activos financieros ficticios denominados ''Euronotas'', que daban grandes rentabilidades vinculadas a minas en Argentina, y otros 15.000 euros en una segunda fase.

"Es cierto que los sujetos pasivos del delito son empresarios, que entraron en el negocio que se les proponía con la finalidad de obtener una fácil y barata financiación para sus negocios o simplemente con la pretensión de obtener un lucro desmedido y que les sería exigible un conocimiento y mayor responsabilidad en el ámbito mercantil, pero no es menos cierto que los sujetos activos del delito se rodearon de una apariencia de solvencia redoblada a fin de persuadir a sus víctimas de que su dinero estaba garantizado y que el beneficio era inmediato", expone la sentencia.

De hecho, señala que "las ''Euronotas'' las ofrecieron a empresarios, sin publicidad alguna y mediante contactos personales, de tal manera que las personas conectadas e interesadas debían atraer a otros posibles interesados, se les explicaba que el negocio era seguro, garantizado por entidad bancaria y con la garantía de los yacimientos auríferos que la sociedad Cidecomer poseía y prometía una rentabilidad millonaria".

De los nueve acusados inicialmente, dos han sido absueltos por la Audiencia Provincial.