Tres jóvenes murieron el pasado fin de semana por causas aún desconocidas después de asistir a la "rave" (macroevento dedicado a la música electrónica) Hard Summer celebrada en la ciudad californiana de Fontana (EE.UU.).

La Oficina del Sheriff del condado de San Bernardino, cercano a la ciudad de Los Ángeles, informó de que las tres muertes "se están investigando individualmente" y que, en un principio, no estarían relacionadas entre ellas.

También divulgó la identidad de los fallecidos, que tenían entre 21 y 22 años.

Da la coincidencia de que dos jóvenes universitarias de 18 y 19 años murieron por sobredosis en el Hard Summer de 2015, que tuvo lugar en la vecina localidad de Pomona, unos casos que suscitaron mucha polémica y llevaron a muchos a pedir la prohibición de las "raves".

Según el periódico "Los Ángeles Times", cerca de 147.000 personas asistieron este año a la Hard Summer, que se celebró entre el sábado y domingo y que incluía en su cartel a artistas como Major Lazer, Ice Cube o AlunaGeorge.

Las autoridades organizaron un dispositivo con 370 agentes del Sheriff, apoyados por 240 efectivos de seguridad, que realizaron 325 arrestos a lo largo del fin de semana.

Una portavoz del Hard Summer, Alexandra Greenberg, mostró en un comunicado la "tristeza" del festival por estas muertes y expresó sus "condolencias" a amigos y familiares, aunque recordó que "las causas de las muertes aún no han sido aclaradas".

En los últimos 10 años, al menos 24 personas han muerto por sobredosis en macrofiestas de música en la región que conforman la zona sur y central de California, así como Las Vegas.