Los Mossos d''Esquadra y la Guardia Civil han desarticulado un grupo criminal dedicado a la producción y venta de pornografía infantil, que utilizaba en las grabaciones a menores que se encontraban en situación de riesgo marginal en Barcelona, Tortosa (Tarragona), Valencia y Marruecos.

La investigación ha permitido constatar la existencia de 80 víctimas menor de edad, de las que 29 están plenamente identificadas, según han informado este martes los Mossos en un comunicado. En total, se han detenido a siete personas.

Para desinhibir a los menores se les hacía ver pornografía heterosexual y los intentaban convencer con otros menores, alcohol y estupefacientes para fotografiarlos y grabarlos mientras mantenían prácticas sexuales, muchas veces sin su consentimiento.

La investigación se inició cuando la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA) detectó una situación de riesgo en un Centro Residencial de Acción Educativa de Tortosa y se puso en contacto con los Mossos, que constataron que en un piso de esta localidad se estaban grabando escenas de pornografía infantil.

El 29 de mayo de 2015 hicieron una entrada y registro en el piso y detuvieron a tres personas --dos de nacionalidad francesa y una marroquí-- e intervinieron una gran cantidad de archivos de pornografía; tras tomarles declaración, el juez decretó el ingreso en prisión de los tres.

Ahora, tras el análisis del material y la investigación de la actividad del grupo en Internet, los agentes detectaron 28 dominios desde los que se estaba distribuyendo pornografía infantil, más de un millón de fotografías y vídeos con menores y más de 1.000 DVD''s.

La Unidad Central de Delitos Informáticos comprobó que, además de las grabaciones hechas en Barcelona, Tortosa, Valencia y Marruecos, una buena parte de las imágenes fueron producidas en viajes entre 2000 y 2015 a Sri Lanka, Túnez, Camboya, Laos, Tailandia, Singapur, República Checa, Kenia, Francia y Bali.

Este material pedófilo era producido con ánimo de lucro, se difundía por Internet y por vía postal previo pago: el estudio patrimonial de los Mossos demostró que en sólo tres años el líder del grupo recibió más de 80.000 euros.

Los investigadores destacan las dificultades que han tenido para la identificación de las víctimas porque muchas de ellas viven en entornos marginales y países del tercer mundo. De hecho, para identificar a siete menores víctimas de los hechos entre 2000 y 2011 los agentes tuvieron que consultar más de 5.000 fichas de protección de menores de Barcelona.

Los detenidos llevaron a cabo esta práctica entre 2002 y 2016 principalmente en Barcelona, Tortosa, Comunidad Valenciana, Málaga y Marruecos.

Además, los investigadores tienen acreditado que el líder del grupo es autor de ocho abusos sexuales a menores de 13 años y que las víctimas han podido sufrir alteraciones en su madurez sexual, ya que un mínimo de tres víctimas han continuado manteniendo contacto con los autores y han sido utilizados en la producción de pornografía.

Una vez la investigación localizó que gran parte de los sospechosos residían fuera de Cataluña --concretamente en Valencia y Barakaldo--, los Mossos y la Guardia Civil crearon un equipo conjunto de trabajo para detenerlos.

Las gestiones de la Guardia Civil permitieron identificar a un nuevo miembros del grupo y constató también que la actividad de captación de menores continuaba en uno de los domicilios de Valencia.

PAQUETES DE VACACIONES PARA PEDÓFILOS

Con la información recopilada, entre el 7 y el 25 de julio se hicieron seis entradas y registro en Cubelles (Tarragona), Valencia, Xàtiva (Valencia) y Barakaldo y detuvieron a cuatro personas, que ingresaron en prisión tras declarar en el juzgado; tres de ellos tienen antecedentes por hechos similares.

En estos registros se localizaron una gran cantidad de material informático con pornografía infantil, además de material de grabación para registrar las imágenes, juguetes sexuales y dinero en efectivo. También se puedo averiguar los lugares donde se realizaban algunas de las grabaciones.

Los Mossos destacan los fuertes lazos de los miembros del grupo ya que viajaban juntos y de forma habitual a diversos puntos de España y del extranjero para producir este material, especialmente a Marruecos. Precisamente en este país tenían intención de montar un punto de explotación sexual mediante la venta de un paquete de vacaciones para otros pedófilos.