El incendio en un autobús que el mes pasado causó 26 muertos en Taiwán, entre ellas 23 turistas chinos, pudo ser causado intencionadamente por el propio chófer, furioso porque su esposa le había dejado y había emigrado a China con sus hijos, apuntan investigaciones preliminares.

Según señaló hoy el diario oficial China Daily, el padre del conductor taiwanés reconoció que su nuera había dejado a su hijo llevándose a China a los tres hijos de ambos y bajo la amenaza de "no volver nunca".

El día del accidente el conductor, con antecedentes por agresión sexual, acababa de discutir con su esposa, bebió gran cantidad de alcohol mientras manejaba el vehículo e incluso pudo derramar gasolina sobre la cabina, según detalles de la investigación filtrados por la prensa taiwanesa.

"La pelea pudo haber llevado al conductor a desahogar su ira con los turistas chinos", concluyó China Daily.

En el accidente fallecieron 23 turistas chinos, dos guías (uno de China y otro de Taiwán) y el propio conductor, cuando el grupo se dirigía al aeropuerto internacional de Taoyuan después de ocho días de viaje por la isla.

El accidente, sumado a otro ocurrido el pasado lunes 8 de agosto en Macao, donde un autobús se estrelló en una céntrica zona causando heridas a 32 turistas chinos, ha sembrado inquietud en el país asiático.