Un joven hispano de 14 años que murió por disparos de la policía este martes en Los Ángeles había disparado previamente a los agentes, informó hoy la policía.

El jefe asistente del Departamento de Policía de Los Ángeles Robert Arcos, informó hoy en una rueda de prensa de que los oficiales de control de pandillas del sector de Boyle Heights, de mayoría de población hispana y situado al este de la ciudad, recibieron este martes una llamada sobre un posible caso de vandalismo.

Cuando llegaron al sitio encontraron dos sospechosos, uno de los cuales fue detenido mientras el otro, identificado posteriormente como Jesse Romero, se dio a la fuga.

Según informó Arcos, un testigo aseguró que el joven que huía disparó contra los policías. Al devolver el fuego, uno de los oficiales hirió a Romero, quien falleció en el mismo lugar.

La policía analiza un revolver con balas que se halló en el lugar para verificar si contiene ADN perteneciente a Romero.

Como ocurre cuando cualquier oficial del LAPD participa en un tiroteo, el caso está siendo investigado por un grupo independiente de la Oficina del Inspector General (OIG, en inglés) perteneciente a la Comisión de Policía de Los Ángeles, un comité de civiles que supervisa la policía angelina.

Una convocatoria en Facebook invita a una vigilia programada para hoy en la Plaza del Mariachi "en memoria de Jesse James Romero, Omar González, Arturo Torres y cualquier otra víctima de la División de Policía de Hollenbeck en Boyle Heights".

Según la invitación, "Jesse es la cuarta persona asesinada por la División de Policía de Hollenbeck en Boyle Heights y la 12ª persona muerta por el LAPD este año".