La representante del ministerio fiscal y los letrados de la acusación particular en el caso del asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, reiteraron ayer su solicitud de 50 años de prisión para los tres principales procesados: Juan Cuenca, gerente del club donde jugó Visser, y los ciudadanos rumanos Valentin Ion y Constantin Stan.

Para la fiscal del caso y los letrados personados en nombre de las familias de las víctimas, los hechos de mayo de 2013 en una casa rural en el municipio murciano de Molina de Segura son constitutivos de un delito de asesinato, y añaden que Visser y Severein fueron llevados a la casa con la idea de darles muerte, recibiendo un ataque con dos objetos no localizados.

La defensa de Cuenca afirma que no hubo plan para acabar con la vida de la pareja y atribuye lo ocurrido a un ciudadano ruso, del que solo se sabe se llamaba Danko, quien, asegura, habría estado en el lugar como presunto inversor en los negocios que Cuenca y Severein se proponían. En la reunión se produjo un altercado que desembocó en la muerte de los holandeses.

La defensa de Stan alega que este solo sería encubridor y que cuando ocurrieron los hechos estaba en la planta superior bajo la ingesta de alcohol, y la defensa de Ion ha reclamado su absolución, al admitir que atacó en algún momento a los holandeses lo hizo en legítima defensa, pues, dijo, en la discusión Severein llegó a esgrimir una pistola.

La vista continuará mañana con el interrogatorio de los cuatro acusados.