Un juez ha enviado a juicio al hombre que mató a su madre y a su hermana en un piso del barrio barcelonés de Hostafrancs en julio de 2015 y que justificó haber cometido el crimen porque las mujeres le hacían brujería, aunque las partes pretenden llegar a un acuerdo para evitar la vista y que el acusado ingrese en el psiquiátrico de la prisión por sus problemas mentales.

Según han explicado a Europa Press fuentes judiciales, el Juzgado de Instrucción 27 de Barcelona ha celebrado este viernes la última vistilla --con la presencia del acusado-- con la que cierra la fase de instrucción y envía la causa a la Audiencia de Barcelona para que lo juzgue un tribunal popular, tal y como establece la Ley del Jurado.

Aunque la causa llegará a la Audiencia de Barcelona, previsiblemente el juicio no se celebrará ya que la acusación, la defensa y la fiscal prevén llegar a un pacto con el que el acusado aceptaría una pena de entre 20 y 30 años de prisión, para quedar ingresado en el psiquiátrico del mismo centro penitenciario.

Los forenses que han examinado al acusado han constatado los problemas mentales que sufre y, según sus informes, el joven no es consciente de que los padece, con lo que intentó simular que sufre algún tipo de esquizofrenia, lo que complicó el trabajo y las conclusiones de los psicólogos, según las mismas fuentes.

CONFESIÓN

Los hechos sucedieron la madrugada del 5 de julio de 2015: el acusado mató a la madre y a su hermana, de 60 y 35 años respectivamente, con un arma blanca y luego él mismo llamó al teléfono de emergencias 112 para confesar lo ocurrido.

Cuando los Mossos d''Esquadra se personaron en la vivienda, situada en la Gran Via, se encontraron con los dos cadáveres y detuvieron al autor, de nacionalidad dominicana; los agentes hallaron también en el piso a la sobrina del agresor, que fue atendida por los servicios sociales.