El supuesto cómplice de la mujer detenida ayer por denuncia falsa y simulación de delito, al acusar a su expareja de haberla secuestrado y maltratado echándola pegamento en la vagina, ha quedado en libertad con cargos esta tarde, ha confirmado a Efe la Subdelegación del Gobierno.

El titular del Juzgado número 5 de Ponferrada, Ignacio Candal, que ha impuesto a este joven, de 26 años, medidas cautelares como su comparecencia cada 15 días en el juzgado, todavía no ha resuelto sobre la situación de la mujer que continúa en dependencias judiciales para prestar declaración.

Fuentes judiciales han indicado a Efe que el fiscal ha solicitado el ingreso en prisión de la mujer, que ha reconocido "en parte" los hechos por los que está siendo investigada.

La Guardia Civil ha registrado esta mañana la vivienda de la mujer, en la localidad de Fabero, una diligencia en la que ha estado presente, en busca de los objetos adquiridos en un bazar cercano a su domicilio para simular las agresiones de las que denunció haber sido víctima.

Una cámara grabó a la mujer cuando compró utensilios que posteriormente utilizó para provocar las lesiones, como una media, cuchillas, pegamento y cinta adhesiva.

La mujer está siendo investigada por denuncia falsa y simulación de delito al acusar a su expareja de haberla secuestrado y maltratado echándola pegamento en la vagina.

El otro detenido en este proceso que ha sido puesto en libertad esta tarde reconoció ayer ante la Guardia Civil que ayudó a la mujer a simular su secuestro.

La mujer denunció que la pasada semana había sido secuestrada por su expareja y que le había echado pegamento y líquido abrasivo en la vagina.

Inicialmente, el titular del juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada, Ignacio Candal, envió a prisión a su expareja, I.R.G. de 35 años, si bien ayer lo dejó en libertad antes los indicios de que se trataba de una simulación de delito.

El juzgado tiene pruebas de que los elementos utilizados para simular el secuestro fueron comprados por ella, por lo que está imputada por los delitos de denuncia falsa y simulación de delito.

I.R.G. estaba acusado de los delitos de detención ilegal y quebrantamiento de condena ya que tenía una orden de alejamiento sobre su expareja que le obligaba a llevar una pulsera de control de búsqueda de localización.

La mujer denunció que fue secuestrada la noche del lunes de la pasada semana en Fabero y, posteriormente, agredida y vejada por su expareja en Bembimbre (León), localidad de la que es vecino.

El lunes de la pasada semana la mujer había solicitado el reingreso en prisión de su expareja tras denunciar que había sido acosada durante el fin de semana, ya que tres días antes el juzgado le había dejado en libertad, aunque con la obligación de llevar una pulsera telemática.

Después de dejarle ayer en libertad, el juez le ha liberado de llevar la pulsera telemática, aunque sí mantiene la orden de alejamiento.