La Policía Nacional desarticuló en Gran Canaria a una organización criminal dedicada a introducir y distribuir cocaína en la isla. La operación Escipión se saldó con la detención de tres personas y la intervención de 43 kilos de cocaína, dos pistolas, munición, dinero, sustancia para la adulteración y utensilios para la venta de la droga. Los narcotraficantes, de origen colombiano, ocultaban la sustancia en un piso de Las Palmas que vigilaban, armados, las 24 horas del día.

La investigación se inició en julio pasado, cuando los agentes descubrieron la existencia de la banda.

Los agentes identificaron a la cabecilla de la trama delincuencial, una mujer que actuaba como gerente de una empresa utilizada como "tapadera" para enmascarar la actividad ilícita. A través de esta sociedad, la organización introducía en Gran Canaria importantes cantidades de cocaína desde distintos países sudamericanos.

Una vez en la isla, la droga era trasladada hasta un piso de Las Palmas, donde se escondía tras los armarios. La vivienda era constantemente custodiada por dos de los miembros de la organización, que permanecían en su interior armados. Los narcotraficantes, tras adulterar la droga, distribuían la misma entre otros vendedores de la isla.

Primero se capturó a la líder. Y en la casa, situada en la urbanización Sansofe, los agentes arrestaron a los otros dos miembros de la organización y se incautaron de más de 43 kilos de cocaína ocultos tras los armarios. Los funcionarios también intervinieron dos pistolas de fogueo, munición real del calibre 9 milímetros, dinero, un kilo de sustancia de corte, además de varios utensilios para la distribución de la droga.

El servicio lo hizo el Grupo IV de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Las Palmas.