El cadáver del joven tinerfeño Áncor R.C., de 30 años de edad y vecino del municipio de La Laguna, fue encontrado a mediodía de ayer por agentes del Grupo Especializado de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil a escasos metros del pesquero en el que fue arrastrado por una ola en la costa de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, durante el pasado martes, 1 de noviembre.

La víctima acudió a la citada isla para pasar unos días de descanso junto a un hermano y dos amigos.

Según las fuentes consultadas, los cuatro tenían previsto regresar a Tenerife el mismo martes, día de Todos los Santos.

El grupo decidió acercarse a un pesquero situado en la zona de Los Gopares, a 800 metros de la playa de Los Molinos, en la capital majorera.

En el momento en que se produjo el trágico suceso, la víctima se encontraba en el enclave litoral junto a uno de sus amigos, mientras que su hermano y el otro integrante del grupo se quedaron en otro lugar y con la intención de encontrarse poco después.

Supuestamente, el mar no estaba en unas condiciones extremadamente peligrosas, según las fuentes consultadas.

Sin embargo, una ola inesperada arrastró al agua al joven tinerfeño.

En un primer momento, la víctima llegó a entregar la caña con la que cayó al agua a su amigo.

Sin embargo, a pesar de tener una complexión atlética y practicar la pesca submarina, no pudo salir del mar. Su amigo se sumergió en dos ocasiones para tratar de localizarlo. Sin embargo, el mar de fondo y la profundidad existente en el lugar, unos 14 metros, dificultaron esa tarea. El pesquero de Los Gopares está considerado un punto negro para los pescadores. Según fuentes policiales, hace casi tres años desapareció un varón cuyo cuerpo aún no se ha localizado.

El joven fallecido residía en La Laguna. No obstante, sus padres vivían entre dicha ciudad y el municipio de Candelaria, donde poseen otra vivienda.