La tragedia sacudió en la tarde de ayer a una familia en el santacrucero barrio de Añaza. Antonio, de 53 años, toxicómano desde hace muchos años y que padece esquizofrenia, presuntamente acabó con la vida de su madre, de 74 años, tras asestarle varias puñaladas en un piso de la parcela I 17. Poco después, el hijo intentó suicidarse mediante el abuso en la ingesta de medicamentos.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 16:00 horas, entre la Avenida Principal de Añaza y el paseo La Pinocha.

Las personas implicadas en este trágico suceso pertenecen a la comunidad gitana.

La pasada semana falleció el padre del varón de 53 años, según indicaron varios vecinos del barrio capitalino ayer.

En el piso donde ocurrieron los hechos, también residía una nieta de la fallecida con sus hijos. Sin embargo, cuando ocurrió el trágico suceso presuntamente solo estaban Antonio y su madre.

Los vecinos oyeron una discusión y gritos en la vivienda. Después, el silencio. Tocaron en la puerta y nadie abrió. Por eso activaron a los servicios de seguridad y emergencias. Hasta el citado enclave acudieron diversos agentes de la Policía Local y bomberos del Consorcio de Tenerife del parque de Tomé Cano.

Tras abrir la puerta, los agentes municipales hallaron a la mujer en un sillón con signos de haber recibido, al menos, tres heridas de arma blanca. Bajo la mesa de la cocina estaba el hijo en estado inconsciente. A su lado, evidencias de haber ingerido fármacos, según fuentes autorizadas de la Policía Nacional.

Ante dicha circunstancia, una ambulancia trasladó al varón hasta el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (Hunsc), donde estaba previsto que se le practicara un lavado de estómago.

Fuentes policiales explicaron que el varón, que actualmente consumía metadona, permanece custodiado y a la espera de que "despierte".

Cuando llegue el momento oportuno, agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía tomarán declaración a Antonio para conocer su versión de lo que ocurrió en el domicilio familiar.

Hasta el lugar de los hechos, acudieron también agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y agentes de la Brigada de Policía Científica, que realizaron la inspección ocular de la casa y el informe fotográfico.

El levantamiento del cadáver se hizo en presencia de un médico forense del Instituto de Medicina Legal a las 19:15 horas aproximadamente.

Antonio llevaba años con problemas de salud mental, y estaba muy delgado y deteriorado por el consumo continuado de sustancias estupefacientes.

Una vecina lamentó que debería haber estado ingresado en un centro especializado hace años.

El cuerpo fue trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal de la capital tinerfeña, donde en la jornada de hoy se le hará la autopsia.