Agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife han detenido en los últimos días a dos hombres por sendos episodios de agresiones a sus parejas. En uno de los casos el arresto fue realizado en la playa de Las Teresitas por parte de la Unidad de Intervención Policial (Unipol); la otra detención se produjo ayer en la plaza de España, interviniendo los integrantes del servicio de Protección Turística (Prottur) de este cuerpo policial.

El pasado lunes un equipo de la Unipol fue requerido para que acudiera a la playa de Las Teresitas donde se estaba produciendo una agresión. Una vez en el lugar, gracias a la información facilitada por varios testigos, localizaron a una pareja en la zona de los estacionamientos, observando al arrestado encima de la mujer que se encontraba tirada en el suelo. Tras separarlos se detectaron diversas lesiones en el rostro y cuerpo de la víctima, de 35 años.

El hombre, de 32 años, fue detenido de inmediato e identificado. Según el relato de los testigos, el varón había golpeado a la mujer, le tiró del pelo e incluso la empujó hacia el suelo. A la vista de los hecho se asistió a la víctima, se le informó de los recursos a su disposición y fue trasladada a un centro de salud para ser atendida. El detenido quedó a disposición de la autoridad judicial.

El segundo arresto se produjo ayer a primera hora de la tarde en la zona de la Plaza de España, donde tiene su oficina el servicio de Prottur, cuyos agentes escucharon un fuerte alboroto en los alrededores. El detenido, de 36 años, estaba insultando a una mujer en presencia de un menor de apenas cuatro meses. Los agentes trataron de mediar en el conflicto, momento en el que el sujeto golpeó a la víctima, de 28 años, siendo detenido de inmediato.

El agresor insultó y amenazó a la mujer en varias ocasiones llegando incluso a escupirle. Tras ser arrestado y trasladado a las dependencias policiales se detectó que el detenido tenía una orden judicial de búsqueda, detención e ingreso en prisión por su participación en un robo con fuerza.

La mujer aseguró que recibía amenazas constantes por parte del detenido y que había sido agredida con anterioridad, mostrando marcas en los brazos e incluso cicatrices en el rostro. Además de ser asesorada fue trasladada a un centro de salud y, posteriormente, a las dependencias policiales para presentar la correspondiente denuncia.