La Guardia Civil ha intervenido 3.232 kilos de hachís, de los que la mayor parte se encontraban enterrados en una finca rural de Algeciras (Cádiz), y ha detenido a los once integrantes de la red, que operaba en la zona central de Asturias y en la localidad gaditana, informó ayer el Instituto Armado.

La operación se inició a raíz de las informaciones recibidas sobre la posible existencia de una banda criminal dedicada a introducir grandes cantidades de hachís en el Principado.

Durante la investigación, la Guardia Civil determinó que los principales proveedores de la red estaban asentados en Algeciras. Los investigadores identificaron a un elevado número de componentes de la organización, que introducían droga frecuentemente con embarcaciones de recreo y lanchas semirrígidas con potentes motores. Se contabilizaron cinco desembarcos en la costa del Campo de Gibraltar, principalmente en El Pelayo, en el puerto de Algeciras y en Tarifa.

Los miembros de la organización utilizaban extremas medidas de seguridad en los traslados de la droga y en la ocultación de los beneficios que obtenían. Algunos de sus componentes habían sustraído varios fardos de hachís a otra organización dirigida por ciudadanos de origen marroquí.

Este grupo llevó a cabo una búsqueda de los responsables del robo del hachís y llegó a agredir físicamente a alguno de los implicados para conseguir que delataran al resto de los responsables y el lugar donde escondían la droga sustraída. Esta circunstancia provocó una reyerta con armas de fuego entre componentes de ambas redes en un polígono industrial de Algeciras.