La Policía Nacional ha localizado en Telde (Gran Canaria) a tres menores de ocho, siete y un año, ocultos por los padres en el domicilio familiar y que no habían sido inscritos en el Registro Civil ni tenían seguimiento médico o formación educativa. Estaban "sin prácticamente en contacto con el exterior", según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

Fuentes policiales aclararon posteriormente a Europa Press que los progenitores de los niños "no han sido detenidos" a causa de estos hechos.

La Policía tuvo conocimiento el pasado mes de octubre de la posible presencia de menores en un domicilio del barrio de Jinámar de cuyo nacimiento no tenía conocimiento ninguna administración pública. Así, los agentes de la Unidad de Familia y Mujer iniciaron una investigación y se pudo comprobar la presencia de tres niños de ocho, siete y un años ocultos en el domicilio.

Al parecer, la menor de ocho años padecía una enfermedad que dificultaba seriamente su movilidad. La madre, por su parte, medicaba a los menores cuando enfermaban, añade la Policía Nacional en un comunicado.

Tras conocer el seguimiento al que era sometido el núcleo familiar por los Servicios Sociales, los padres "decidieron mudarse de vivienda para dificultar su localización y ocultar a sus hijos", explica el cuerpo de seguridad.

Una vez localizados en el nuevo domicilio, se pudo comprobar que los niños no habían sido inscritos en el Registro Civil, no tenían seguimiento médico, vacunas o formación educativa y cada vez que enfermaban eran medicados por su propia madre.

Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Sección de Menores de la Fiscalía Provincial, quien ordenó que los tres menores fueran retirados del domicilio familiar y acogidos en un centro de menores de la isla.

La menor de ocho años con problemas de movilidad quedó ingresada en el hospital a la espera de un diagnóstico.

La madre de los niños, que se encontraba en estado de gestación, dio a luz recientemente en un hospital de Las Palmas de Gran Canaria y los hechos fueron puestos en conocimiento de la Dirección General del Menor del Gobierno de Canarias.

La intervención fue llevada a cabo por miembros de la Unidad de Familia y Mujer de la Jefatura Superior de Policía de Canarias.