El bebé hallado en el complejo medioambiental de Arico la pasada semana procede del Sur de la Isla. Así lo estiman los profesionales de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, que se hizo cargo de la investigación de este asunto.

Cabe recordar que el pequeño, de unos siete meses de gestación (según dictamen de los médicos forenses) fue localizado por operarios de una planta del Plan Insular de Residuos Sólidos (PIRS) situada en Arico en una de las cintas de selección de basura durante la mañana del 4 de enero.

Del resultado preliminar de la autopsia y de las gestiones practicadas hasta ahora, los agentes deducen que el bebé pudo nacer en un parto prematuro ocurrido en los cuatro primeros días del presente mes, sin asistencia sanitaria especializada y muy probablemente fue arrojado a un contenedor de basura de la zona comprendida entre Arona, Adeje, San Miguel de Abona o Guía de Isora.

Con el objetivo de localizar a la madre, la Guardia Civil sigue varias líneas de investigación.

La principal línea de trabajo se centra en el conocimiento y localización de aquellas mujeres residentes en la Isla que pudieran haber interrumpido su embarazo en los cuatro primeros días de este mes y en un estado de gestación aproximado a los siete meses.

El objetivo de los investigadores es poder interrogar a la madre y determinar las causas que rodearon este hecho.

Para facilitar cualquier dato que pudiera ser de interés en relación con este asunto, se puede notificar al Equipo de delitos contra las Personas y al Equipo Mujer Menor (Emume) en el teléfono 922.64.85.00, en las extensiones 372 y 380.

También, las personas con información pueden informar sobre el asunto en el correo electrónico tf-cmd-santacruztenerife-pj-personas@guardiacivil.org.

Según fuentes cercanas a la investigación, los restos encontrados el pasado 4 de enero en el PIRS estaban muy deteriorados. Además, en base a los estudios forenses realizados en el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, los agentes trabajan con la hipótesis de que, de haber tenido los cuidados adecuados, la vida del pequeño podía haberse salvado.

Hace algo más de tres años, en agosto de 2013, la Policía Judicial de la Guardia Civil esclareció un caso similar y logró detener a la madre que tiró a su recién nacido a un contenedor en La Orotava. Los investigadores consiguieron averiguar que la implicada trabajaba en una vivienda de este mismo municipio, y que meses antes acudió a un centro de salud de la zona porque no tenía la menstruación. Después de tenerlo en un inodoro, lo envolvió en una manta y lo tiró.