El hombre acusado de abuso sexual continuado a dos menores de edad que padecen una minusvalía psíquica ha asegurado este viernes que quería a las niñas "como un padre". Así lo ha indicado en la segunda sesión del juicio celebrado, a puerta cerrada, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón.

El procesado, en el uso de su derecho a una última palabra, ha insistido en que quería mucho a las menores y ha señalado que debido a este litigio le echaron de su trabajo y de su casa. El hombre, durante la primera sesión del juicio celebrada el pasado miércoles, negó las acusaciones y argumentó que los mensajes subidos de tono enviados a las menores eran una broma. También había negado que entrara en la casa cuando no estaban los padres con la menor.

Tanto Fiscalía como acusación particular han mantenido la solicitud de pena, mientras que la abogada ha insistido en la libre absolución de su cliente. No obstante, en el caso de la menor con una minusvalía certificada, ha pedido que, en caso de condena, se le impute otro artículo del Código Penal en la pena más baja que se pueda aplicar.

En este caso, la Fiscalía ha mantenido su petición de pena para el procesado, 18 años de prisión en total, así como el pago de una indemnización por daños morales a cada una de las víctimas de 2.000 euros.

La acusación particular, por su parte, representada por la abogada Ana María González, de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas (CAVAS), solicita 20 años de cárcel en total y que indemnice a cada víctima en 12.000 euros. Además, pide que se le aplique una medida de libertad vigilada tras el cumplimiento de la condena por un periodo de seis años.

Durante el juicio, el hombre, que solo contestó a preguntas de su abogada, negó que hubiera mantenido relaciones sexuales con las menores y mucho menos que entrara en la casa cuando no estaban los padres con la menor. Sí que ha admitido los mensajes enviados a las menores, aunque aseguró que era todo una broma.

Las víctimas, por su parte, que declararon ocultas tras un biombo para no ver al acusado en la primera sesión del juicio, se ratificaron en su denuncia. Fueron las educadoras del centro especial al que acudían quienes dieron la voz de alarma, al relatar la más mayor lo que hacía con su ''amigo''. El juicio continuará este próximo viernes, cuando se dará lectura a las conclusiones del caso.