La fiscal mantuvo ayer su petición de 18 años de cárcel por asesinato para los padres a los que acusa de haber dejado morir a su bebé tras un parto que realizaron por su cuenta en su casa de Vecindario (Gran Canaria), porque considera demostrado que "no lo querían y lo mataron".

Al presentar sus conclusiones finales ante el Jurado que juzga el caso, la fiscal Blanca Hernández pidió que se condene por estos hechos, ocurridos en mayo de 2015, a los dos procesados, Sara M., de 25 años, y Jacinto S.H., de 59, ya que entiende que está "totalmente acreditada" su culpabilidad. El Ministerio Público sostiene que, tras nacer la niña, sobre "una esterilla de hacer gimnasia", los dos "esperaron a que se muriera" y "no hicieron nada para evitar" su fallecimiento, que era "evidente" que se iba a producir si no le prestaban ningún tipo de cuidado, como se concluye de las pruebas practicadas y en sus numerosas contradicciones. La fiscal introdujo una modificación en su escrito de conclusiones en el sentido de que los "dos eran conscientes de que con su actitud pasiva se produciría la muerte de la niña".