El juicio al español Artur Segarra, único acusado de asesinar en Bangkok a su compatriota David Bernat en 2016, quedó hoy visto para sentencia tras la declaración del inculpado, quien reiteró su inocencia y alegó que fue engañado.

Segarra, quien se enfrenta a una condena máxima de pena de muerte, aseguró ante el juez que él no había matado a nadie, una versión que mantiene desde que fuera detenido hace más de un año.

El panel de jueces dictará sentencia el próximo 21 de abril.

Durante más de una hora, el español contestó a las preguntas de la defensa para tratar de contradecir la versión policial que le acusa de ser el único planificador y ejecutor del secuestro, robo, tortura y asesinato del consultor español, entre otros delitos.

Segarra, quien reconoció que la noche de la desaparición de Bernat salió a tomar unas copas con él pero que regresó solo a casa, adujo que fue engañado e implicó en el caso a la tailandesa Pritsana Saen-ubon, por entonces pareja del acusado.

Según el español, la tailandesa le pidió el número de su cuenta bancaria en Tailandia antes del crimen y días más tarde le avisó de la llegada de al menos 5 transferencias de dinero, procedente, según la investigación, de Bernat.

Segarra sostuvo que desconocía la procedencia de los fondos y que emprendió la huida el 5 de febrero desde la ciudad de Surin después de que la tailandesa le alertara de que la Policía le requería por asesinato, aunque por entonces dijo desconocer quién era la víctima.

Pritsana -agregó- le orientó hacia la frontera con Camboya, donde le dijo que le esperaban unos amigos de ella, pero fue prendido por las autoridades nada más llegar a la ciudad de Sihanoukville.

Durante la jornada matinal, la fiscalía terminó su turno de acusación con la declaración de dos testigos para hacer una extensa exposición sobre el crimen y de la actuación policial para recabar las pesquisas.

Los jueces han escuchado los testimonios de más de 40 personas llamadas por la fiscalía durante el desarrollo de cerca de 20 vistas con el objetivo de exponer la acusación contra Segarra por el asesinato de Bernat en enero del año pasado.

Expertos de la policía científica señalaron que encontraron huellas dactilares y rastros de sangre de la víctima en el piso que Segarra tenía alquilado en la avenida Rama 9 de la capital tailandesa, donde supuestamente tuvo lugar el crimen.

Las autoridades también poseen numerosos vídeos captados por varias cámaras de seguridad en diversos enclaves a lo largo de Bangkok que apuntan a que el español actuó solo en la planificación y ejecución del asesinato.

La Policía cree que Segarra secuestró a su compatriota con el móvil de extorsión y robo, y terminó asesinándole después de que la entidad bancaria utilizada por Bernat anulara la mayoría de las transferencias realizadas a través de internet debido a las medidas de seguridad.

Segarra y Bernat, quien habitualmente residía en Irán y viajaba frecuentemente a Tailandia, fueron visto juntos la noche del 19 de enero en un céntrico barrio rojo de la metrópoli y pasada la medianoche llegaron en moto al piso del acusado.

Entre los días 20 y el 26 Segarra mantuvo retenido en el edificio a Bernat, al que extorsionó para lograr acceso a una cuenta corriente en Singapur donde la víctima guardaba sus ahorros, según la Policía.

Representantes de la entidad bancaria confirmaron cinco movimientos, cifrados en 410.000 baht (unos 11.700 dólares o 11.100 euros), desde la cuenta de Bernat hacia la de Segarra.

Según el análisis forense, el acusado asesinó a su compatriota el 26 y esa misma noche salió en su motocicleta en dirección al río que cruza Bangkok cargando con un gran paquete, donde según las investigaciones se hallaría el cadáver, y regresó en la madrugada del 27 sin el cargamento.

Las autoridades encontraron el 30 de enero en el río Chao Phraya los primeros restos mortales del español y posteriormente hallaron otros seis trozos del cadáver en las aguas.

La tailandesa Pritsana Saen-ubon, compañera sentimental del español en el momento del crimen, destacó en su declaración el 16 de diciembre el comportamiento errático del acusado durante los días en los que tuvo lugar el crimen y afirmó que este se deshizo de un caja llena de cuchillos y le pidió sacar dinero con la tarjeta del fallecido.

La Policía identificó a Segarra como el principal sospechoso del asesinato el 5 de febrero, esa noche el acusado emprendió su huida a Camboya tras ser reconocido mientras cenaba con Pritsana en una ciudad cerca de la frontera.

Dos días después las autoridades camboyanas arrestaron al español en la ciudad portuaria de Sihanoukville y el 8 se lo entregaron a la Policía tailandesa.

De ser hallado culpable por asesinato premeditado, Segarra podría afrontar una sentencia máxima de pena de muerte.