La Guardia Civil detuvo en un control de tráfico en San Roque (Cádiz) a dos personas que viajaban en sendos turismos, uno de los cuales transportaba 556 kilos de hachís.

Los agentes pararon un turismo cuyo conductor llevaba dos teléfonos móviles sobre las rodillas, que mostró gran nerviosismo. Ante la sospecha de que pudiera estar realizando funciones de lanzadera (para detectar posibles controles), pararon a los vehículos que circulaban detrás y en uno de ellos localizaron la droga.