La Iglesia Ortodoxa Rusa erigirá una capilla en el lugar donde murió Yuri Gagarin, el primer hombre en volar al espacio (1961) y que falleció en 1968 al sufrir un accidente de aviación. "El 27 de marzo de 1968 yo estaba aquí en el aeródromo y pude oír la trágica explosión que dio la vuelta al globo terrestre y regresó con un eco de pesar y dolor", dijo ayer Alexéi Leónov, el primer astronauta en realizar una caminata espacial (1965).

Leónov y la primera astronauta de la historia, Valentina Tereshkova, participaron ayer en la ceremonia de bendición del lugar situado cerca de la localidad de Novoselovo, región de Vladímir, donde tuvo lugar la tragedia. La capilla se situará junto al memorial con forma de ala de avión tallado en granito rojo y que fue construido en 1975 en honor de Gagarin.

Tras su hazaña, Gagarin fue elegido diputado del Soviet Supremo (antiguo Parlamento soviético), pero nunca abandonó su sueño de volver al espacio y, de hecho, fue uno de los tripulantes de las primeras naves portadoras Soyuz en abril de 1967. No obstante, la muerte, el 24 de abril de 1967, de su compañero Komárov cuando la cápsula de la nave Soyuz-1 se estrelló al regresar a la Tierra tras un fallo en el sistema de paracaídas significó el fin de su carrera como cosmonauta.

Las autoridades soviéticas no querían arriesgar la vida de quien fue quizás la mejor tarjeta de presentación que la URSS había tenido en toda su historia.

No obstante, Gagarin murió a los 34 años cuando el caza que pilotaba, junto al instructor Vladímir Serioguin, se estrelló durante un vuelo rutinario al caer casi en picado en un bosque.

La comisión investigadora estableció que en el momento del accidente todos los sistemas del avión funcionaban normalmente y que este se debió a un maniobra brusca que hizo que el aparato entrara en caída libre.