El número 54 en color dorado y el contador del agua son los únicos signos exteriores de que la vivienda de la curva cerrada del camino La Rúa, en La Laguna, estaba habitada. La fachada y los balcones sin barandilla de madera denotan sensación de abandono. La mayoría de los vecinos de la zona pensaban, de hecho, que nadie residía en ese domicilio. Sin embargo, ayer, los bomberos acudieron a apagar un incendio, con humo intenso y olor a plástico quemado, y encontraron el cadáver de una mujer en el suelo. Además, la persona tenía signos de haber sido golpeada, con un fuerte traumatismo en un ojo y otras lesiones.

La víctima, que fue identificada como María Victoria Z.M., tenía 44 años, según explicaron las fuentes consultadas. La fallecida residía en este inmueble con su pareja.

El cuerpo sin vida estaba tapado por una toalla. Y tanto el cadáver como el suelo estaban impregnados con un líquido que sirve de acelerante para el fuego.

Además, para provocar una explosión que destruyera, aún más, posibles pruebas y el propio cadáver, la misma persona dejó dos bombonas de butano a pocos centímetros de la víctima.

La persona vinculada con la muerte de la mujer o que quiso ocultar pruebas dejó otros indicios que llevaron a pensar a los investigadores de la Policía Nacional que se trata de un homicidio o un asesinato.

Hasta anoche no se habían producido detenciones. Supuestamente, la fallecida es hija del que fue propietario de la casa.

Los bomberos de Tenerife del parque de San Benito recibieron, a las 10:45 horas, una alerta por un incendio en la referida casa.

Y hasta ese enclave fueron los citados profesionales, que comprobaron que el fuego se originó en una habitación de la planta baja donde había una importante cantidad de basuras.

Los bomberos sofocaron las llamas en varios objetos y un sofá y ventilaron el inmueble para facilitar el trabajo de los policías.

En primer lugar, al citado inmueble llegaron agentes de la Policía Local de La Laguna, que, al certificar el hallazgo del cuerpo sin vida, activaron a la Policía Nacional.

Para los investigadores de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Nava y Grimón resulta favorable que el cuerpo no se llegara a carbonizar, al menos totalmente. Hasta el citado inmueble también se desplazaron agentes de la Policía Científica, que realizaron la inspección ocular del escenario del trágico suceso, así como el informe fotográfico.

Casi una decena de residentes en el camino La Rúa afirmaron que desconocían que la casa estuviera habitada. Y mostraron su sorpresa cuando, al llegar de trabajar, se enteraron de que en el interior apareció un cadáver.

Otra mujer, que reside en un piso contiguo a la vivienda donde ocurrieron los hechos, explicó que nunca había escuchado gritos, ni peleas ni los escándalos propios de fiestas. Reconoce que, muchos días, oye ruidos de taladros o herramientas a primeras horas de la mañana, a las 7:00 o a las 8:00 horas. Y esa circunstancia le resultaba extraña, porque también pensaba que el inmueble se hallaba deshabitado.

Ayer no estaban por la zona ninguno de los vehículos que utilizan, dos Peugeot 206, uno de color blanco y otro rojo.

Un vecino describe a la víctima y su pareja como personas calladas y discretas, que siempre iban a lo suyo y que saludaban al cruzarse con los vecinos.