La Audiencia de Barcelona ha condenado a 29 años y once meses de cárcel a un exdirigente de ERC en Castellbisbal (Barcelona) por contactar a través de internet con una quincena de menores a las que grababa en situaciones sexuales y chantajeaba para que siguieran proporcionando material pornográfico.

En su sentencia, la sección séptima de la Audiencia de Barcelona ratifica la condena que el acusado, Pere Nolasc, pactó con la Fiscalía para evitar el juicio y lograr rebajar su pena a casi 30 años de cárcel, de los que cumplirá en prisión un máximo de once.

Nolasc, exsecretario de organización de ERC en Castellbisbal y que fue cabeza de lista de los republicanos en las elecciones de 2011, fue detenido en agosto de 2014 por los Mossos d''Esquadra, tras lo que fue suspendido cautelarmente de militancia por la dirección de la formación a que pertenecía.

La Audiencia de Barcelona ha condenado ahora a Nolasc, que ha permanecido desde entonces en prisión preventiva, por los delitos de exhibicionismo, utilización y captación de menores con fines pornográficos y tenencia de pornografía infantil, y le obliga a indemnizar a las víctimas con 4.500 euros en total.

Según reconoció el propio acusado ante la Audiencia de Barcelona, entre los años 2013 y 2014 se introdujo en varias comunidades virtuales de internet -como Facebook o Messenger- guiado por "intención lasciva y por el deseo de elaborar sus propios archivos de material pornográfico", sostiene la sentencia.

Concretamente, el condenado se hacía pasar por un chico joven para ganarse la confianza de adolescentes de entre 11 y 15 años de edad, a las que convencía de que le enviaran fotografías de contenido sexual o que las dejara grabarlas a través de su "web cam" desnudas o en situaciones insinuantes.

La sentencia sostiene que el acusado había llegado a amenazar a las menores con publicar sus fotos en internet -lo que llegó a hacer en una ocasión a través de Facebook-, si no accedían a seguir proporcionándole las imágenes de contenido sexual que les reclamaba.

Asimismo, el condenado envió a las víctimas fotografías que mostraban sus genitales en erección, al tiempo que las conminaba a practicar actos de naturaleza sexual para grabarlas, sin su consentimiento, y en otra ocasión se masturbó ante una de las menores a través de la "web cam".

En la entrada y registro que los Mossos d''Esquadra practicaron en el domicilio de la víctima, se le intervinieron 2.914 fotografías de menores de edad, 308 de ellas de producción propia, así como otros 1.852 vídeos de contenido pornográfico protagonizados por menores de edad, 411 de ellos elaborados por él mismo a partir de las grabaciones que había de las víctimas por "web cam".

La sentencia impone cinco años de libertad vigilada al procesado y le prohíbe acercarse a las víctimas, así como utilizar chats informáticos o redes sociales durante un total de 90 años.