Los peritos que elaboraron las pruebas biológicas sobre los órganos vitales de la anciana encontrada muerta en Los Gladiolos detectaron signos de desnutrición, deshidratación e infección severa. La conclusión es que se produjo una pérdida importantísima de peso a la que se unió una sepsis en los pulmones y bronquios que concluyó con una muerte agónica. Y es que este cúmulo de circunstancias dieron lugar a la progresiva asfixia que fue acompañada del dolor originado por las heridas. "La causa inmediata fue un fracaso multiorgánico. Su corazón se apagó porque estaba en estado de shock frente a bacterias y gérmenes", explicó uno de los especialistas que intervino en la jornada de ayer. Los peritos explicaron que este trance suele ser tan penoso que en los hospitales se aplica morfina para ayudar al paciente a morir. La anciana presentaba una concentración de glóbulos rojos significativamente por debajo de lo normal y los parámetros generales estaban "muy alterados" a causa de la deshidratación, que no es atribuible al fallecimiento. Detectaron anemia y un elevado número de glóbulos blancos a causa de la infección.

Durante la vista celebrada ayer intervino un agente del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional que estuvo presente en el momento en el que se dio cuenta de la muerte de la mujer el 27 de agosto de 2015. Este funcionario policial señaló que, aunque había visto muchos cadáveres en su vida, esta era la primera vez en la que sentía "horror". Confesó que le había impresionado "horriblemente" el estado de la habitación por el olor "desagradable", el aspecto del cadáver con extrema delgadez y llena de llagas y las heces en la pared y suelo.