Agentes del Servicio de Inspección Pesquera del Gobierno canario denunciaron a usuarios de tres barcos recreativos por la práctica de pesca submarina en zonas no permitidas, la captura de especies prohibidas y la tenencia de otras de talla antirreglamentaria.

Las acciones fueron realizadas en los puertos de Mogán, Agaete y La Aldea.

Los inspectores se incautaron de 83 kilos de pescado -meros, abades, viejas, sargos breados, jureles, cabrillas y verrugatos- que fueron entregados a centros benéficos. Algunos meros no llegaban a la talla reglamentaria de 45 centímetros que establece la Ley y se hallaron especies cuya captura está prohibida, como la corvina negra. Y en un restaurante en Las Palmas, los agentes se incautaron de 900 pepinos de mar capturados sin permiso.