Un joven matrimonio y sus dos hijos pequeños fallecieron ayer en el incendio del edificio en el que vivían en la zona marginal de La Landa, en el barrio bilbaíno de Zorroza, en el que han resultado heridas otras nueve personas, dos de ellas muy graves.

Los cuatro fallecidos eran de etnia gitana, como la mayoría de habitantes de esta zona degradada de Zorroza, donde conviven con numerosos inmigrantes que ocupan edificios de viviendas con una antigüedad media que supera los cien años.

El matrimonio, de 23 años el varón y 20 su esposa, según informó el departamento vasco de Seguridad, y no 26 y 24 como se informó inicialmente, y sus dos hijos, de 2 y 3 años, vivían con sus abuelos paternos en la buhardilla del edificio, donde se declaró el incendio. Los dos heridos de mayor gravedad son, precisamente, los padres y abuelos de los fallecidos, que se encuentran ingresados en la Unidad de Quemados del Hospital de Cruces, según fuentes familiares.

Según las mismas fuentes, los heridos sufren, además de quemaduras por el fuego, numerosas heridas internas y fracturas al haberse arrojado al vació desde la buhardilla para huir de las llamas.

El hombre fallecido, Joaquín Giménez Pinto, se dedicaba a la venta ambulante, y de su esposa solo han aportado el nombre de Rocío, según fuentes vecinales, aunque todavía no hay identificación oficial de los cadáveres.

El fuego se desató sobre las seis y media de la mañana de ayer en un edificio de dos alturas más buhardilla y estructura de madera, ubicado en la calle Barinaga, 7, en el que en total vivían entre veinte y veinticinco personas.

Los vecinos ilesos han sido acogidos por familiares en sus viviendas.

Al cierre de esta edición se desconocía el origen del incendio, aunque, según el alcalde de Bilbao, el cuadro eléctrico estaba instalado ordenadamente.

El interior del edificio quedaron totalmente destrozado por las llamas, por lo que su situación técnica es de "colapso", apuntó el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, que siguió los trabajos de extinción del fuego "in situ".

Los vecinos narraron a la prensa que les despertaron los gritos a las seis y media de la mañana. "Han sido momentos de pánico. Hemos intentado entrar pero era imposible hacer nada. Las llamas no nos dejaban acercarnos".

Mientras veían como varios niños, jóvenes y adultos, "saltaban por la ventana". El parte médico confirmó que varios heridos presentaban lesiones por precipitación desde altura. El fuego quedó sofocado hacia las 8:15 horas de la mañana, pero hasta las doce de la mañana los bomberos no terminaron de sacar los cuatro cadáveres.