La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha detenido a siete personas de nacionalidad española, expertos en marketing e informática, por la creación de aplicaciones móviles maliciosas con las que se ha defraudado más de 30 millones de euros estafando a casi un millón de clientes con reclamos con remedios para la calvicie, contenido pornográfico o búsqueda de pareja.

El fraude, de unos 30 al mes por afectado, comenzaba con la actualización de aplicaciones gratuitas maliciosas que realizaban llamadas automáticas a números de tarificación adicional o mediante la suscripción de servicios de mensajes SMS premium, todo ello sin consentimiento de los usuarios que previamente se las habían descargado e instalado en su teléfono.

Los detalles de la ''operación Rikati'' los ha ofrecido este jueves Juan Sotomayor, teniente coronel responsable del Departamento de Delitos Telemáticos de la UCO. "La red desarrollaba aplicaciones inocuas que, a través de las sucesivas actualizaciones una vez descargadas por el cliente, se convertían en fraudulentas", ha explicado el responsable del Instituto Armado.

Aplicaciones con nombres como ''La linterna molona'', la ''Máquina de compatibilidad con tu pareja'', ''Remedios contra la calvicie'' o con reclamos parar descargarse en el móvil los vídeos más impactantes, algunos de contenido pornográfico, o los mejores emoticonos conseguían activarse de forma remota por la noche, sin que el usuario tuviera conocimiento, realizando llamadas de hasta 30 minutos o solicitando servicios premium que eran cargados directamente en la cuenta bancaria del cliente.

La Guardia Civil considera que la investigación, que se inició en 2013 tras una denuncia de las principales operadoras en España, es la operación de este tipo más importante de las desarrollada en España. La red tenía su principal centro de operaciones en Barcelona y buscaba ya otros mercados en Asia, moviendo el dinero fraudulento desde Canarias, Hong Kong, Luxemburgo y Andorra. Los afectados por el fradue pueden informarse en www.gdt.guardiacivil.com/webgdt/inforikati.php.

Para poder hacer uso de los beneficios obtenidos, se creó expresamente un entramado societario con más de diez empresas en diversos paraísos fiscales. La colaboración con la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (SETSI) ha permitido canalizar más de 40.000 quejas contra los números premium investigados.

CAMUFLAJE CON LOGOS DE OTRAS APP

Con la finalidad de ocultar su actividad, la red había creado sociedades fuera de España, haciendo desaparecer del mercado las aplicaciones cuando habían obtenido el beneficio deseado. Para conseguir que los usuarios se descargaran las aplicaciones empleaban el nombre y los logos de otras muy conocidas. Además de ello, las anunciaban como gratuitas en redes sociales y páginas webs, cuando en la realidad cobraran una vez completada su instalación en el teléfono móvil.

Básicamente existían dos tipos de aplicaciones, unas que realizaban llamadas en modo silencioso a números de teléfono de tarificación adicional (líneas 803X), y otras, que enviaban SMS a líneas de mensajería premium. Además, y dado que estas aplicaciones eran configurables remotamente, ante cualquier queja o sospecha de las autoridades, la organización las desactivaba o eliminaba.

Los detenidos, todos ellos en los primeros meses de 2017, tenían la capacidad de variar los contenidos que mostraban las aplicaciones de forma remota, lo que permitía, entre otras funcionalidades, engañar a las operadoras y reguladores del sector, haciéndoles creer que se trataba de aplicaciones diferentes, esquivando así la labor inspectora y de control realizada por estos.

ONCE REGISTROS

Los detenidos tenían la capacidad de variar los contenidos que mostraban las aplicaciones de forma remota, lo que permitía, entre otras funcionalidades, engañar a las operadoras y reguladores del sector, haciéndoles creer que se trataba de aplicaciones diferentes, esquivando así la labor inspectora y de control realizada por estos. Es significativo el gran volumen mensajes, ya que con solo 20 números de suscripción, generaron más de 21.000.000 de SMS premium.

Cada vez que un usuario quedaba suscrito y recibía uno de estos mensajes, se les cobraba un importe cercano a 1,50 euros por mensaje. La media de mensajes recibidos era de entre 20 o 25, lo que el fraude por perjudicado se eleva a unos 30 euros al mes.

En la operación se han practicado once registros donde la Guardia Civil ha intervenido cerca de 1.000 aplicaciones en distintas fases de desarrollo, ya que los autores iban introduciendo modificaciones para perfeccionar más las técnicas de engaño.

Igualmente, los investigadores han incautado en los centros de operaciones ubicados en Sant Cugat, Mollet del Vallés, ambas localidades de Barcelona, y en Santa Cruz de Tenerife, datos de usuarios estafados, aplicaciones móviles y vehículos de alta gama, inmovilizando a la red un patrimonio por valor de varios millones de euros.