La Audiencia Provincial impuso una pena de dos años y cuatro meses de prisión a Luciano F.D.C. como cabecilla de un grupo de ciudadanos guineanos que introducía droga en Tenerife. Uno de los considerados responsables de la banda, S.G.C., quedó absuelto mientras que a los otros cinco acusados se les imponen veintitrés meses de prisión. A este último grupo se le suspende la privación de libertad durante tres años a cambio de que realicen 150 días de trabajo comunitario. Cada uno de los condenados deberá pagar una multa de 502.000 euros.

Los procesados Carla I.D.C., Jessica G.P., Luciano F.D.C., Amarildo G.F., Natalia A.D.S. e Isnabba Clinato G.D. admitieron desde un primer momento su culpabilidad. Solo S.G.C., actualmente en prisión, defendió su inocencia. La causa es resultado de la Operación Gladio, dividida en varios procesos, que permitió en 2010 la detención de 27 personas en Madrid y Canarias y la intervención de 56 kilos de droga y 120.000 euros en metálico.

El grupo estaba dirigido por Blessing O.A., procesado en otra causa, a quien se le acusa de concertar a varios individuos entre sí para almacenar y distribuir la droga desde varios puntos de España. El acusado reclutó a diversas personas como correos para transportar cocaína desde la Península, para lo que se puso de acuerdo con otros dos procesados.

A lo largo de las investigaciones telefónicas judicialmente intervenidas en idioma guineano, se pudo comprobar cómo Luciano, afincado en Guadalajara, era el encargado de dar instrucciones a quienes se dedicaban a almacenar y distribuir las sustancias. Para ello reclutaba correos que partían desde distintos puntos de España hasta Tenerife. Las indagaciones policiales permitieron detener a Amarildo G.F. y a su pareja Natalia A.D.S., que operaban desde Lanzarote y Fuerteventura como receptores de los correos que llegaban desde Madrid. En la vivienda de la primera había 22 bolitas de diez gramos de cocaína de gran pureza que hubiesen supuesto unas ganancias de 600 euros y cerca de dos mil euros en billetes.

Luciano F.D.C. colaboraba en estas labores dando órdenes e instrucciones para distribuir la droga enviada desde Madrid a Lanzarote. Entre ellos a un correo al que se le intervinieron en el aeropuerto de Fuerteventura 60 bolas de cocaína con un peso de 600 gramos que hubiesen supuesto 48.500 euros y otro más con 624 gramos de cocaína con un valor de 37.500. Isnabba fue detenido en Los Rodeos cuando llegaba desde Lanzarote en mayo de 2010, momento en el que se le encontraron 73 cápsulas de cocaína, casi un kilo, con un valor de 52.000 euros. Además, tenía un pasaporte a nombre de S.G.C.. Este último fue detenido en junio de 2010 en el aeropuerto de Lanzarote con un pasaporte a nombre de otra persona, en el que puso su foto.

En principio la abogada de S.G.C. intentó impugnar las llamadas interceptadas por no haberse comprobado la identidad de quienes hablaban, argumento que fue rechazado por la Sala en su momento y aceptado en la sentencia. La absolución de este último se basa en que no había pruebas directas de su culpabilidad, como que tuviera en su poder estupefacientes. Tan solo se plantearon elementos "indiciarios" de que organizaba el envío de droga a través de correos desde la Península a las Islas. "Sospechas que, sin embargo, no alcanzan la entidad suficiente para fundar un pronunciamiento condenatorio", dice la sentencia.