El tranquilo barrio santacrucero de El Draguillo se despertó ayer conmocionado por la muerte de una mujer en lo que, según los primeros indicios, aparenta ser un caso de violencia de género. La fallecida, de 38 años, murió desangrada en la vivienda en la que residía junto al presunto agresor, de 39, quien esperó en un bar de la zona la llegada de la Policía, que procedió a su detención.

La alerta se dio hacia las 9:00 horas. Los hechos sucedieron en un inmueble situado en la intersección de las calles El Draguillo y Plasencia que, según fuentes vecinales, ocupaban la mujer y su pareja, quien sería el sobrino del anterior propietario, fallecido hace ahora alrededor de un año.

Las mismas fuentes apuntaron que el hombre y la mujer eran personas muy apreciadas en la zona y que nadie había percibido en su relación algún indicio de que tuviese un desenlace tan trágico.

Asimismo, indican que se ha constatado que no hay denuncias previas por malos tratos y que tampoco había hijos comunes.

Al lugar acudieron efectivos de la Policía Científica y del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, quienes, ante la posibilidad de que se tratase de violencia de género, activaron el protocolo de actuación previsto para estos casos.

De confirmarse que los hechos corresponden al tipo penal de violencia machista, este sería el segundo caso de este año que termina con un fallecimiento en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. El primero se registró a comienzos de abril en La Laguna, cuando se halló el cadáver de una mujer de 44 años en el interior de una casa que había sufrido un incendio. Su pareja, un hombre de 36, fue detenido poco después.

Si se corroboraran los hechos, el caso de ayer pasaría a engrosar una lista formada por 33 mujeres fallecidas a manos de sus parejas en lo que va de 2017.