Un coche se empotró en la tarde de ayer contra una pizzería en la localidad de Sept-Sorts, en las afueras de París y provocó la muerte de una niña y siete heridos, según las autoridades, que investigaron desde el principio si se trata de un acto voluntario y eventualmente terrorista.

Un portavoz de la prefectura (delegación del Gobierno) del departamento de Seine et Marne explicó que, además de la niña fallecida, otras diez personas estaban en la terraza de la pizzería que resultaron heridas de diferente consideración.

El conductor del vehículo fue detenido por los gendarmes, indicó el portavoz, que puntualizó que está por determinar si se trató de un acto voluntario o de un accidente.

El canal de televisión "BFMTV" mostró imágenes del coche, un BMW azul, en el interior del establecimiento contra el que se abalanzó poco después de las 20.00 locales (18.00 GMT).

Según los primeros elementos recopilados por los investigadores, el atropello en la terraza de una pizzería en las afueras de París fue un acto voluntario pero sin carácter terrorista. Así se desprende de las declaraciones del portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, que explicó que aunque "no se puede descartar" la hipótesis terrorista, "no es la pista privilegiada" a la vista de las informaciones sobre el conductor, que empotró su coche en la terraza de una pizzería en la localidad de Sept-Sorts, y que fue inmediatamente detenido.

Se trata de un hombre francés nacido en 1985 y sin antecedentes que la semana pasada había intentado suicidarse y que -según sus primeras declaraciones- con su acto de ayer también había querido quitarse la vida, señaló en declaraciones al canal "BFMTV" Brandet, que habló de un perfil psicológico "inestable". La Fiscalía de Meaux destacó que "a priori" no parece que sea una acción terrorista.