Pedro Pérez Martín, de 46 años y vecino del municipio palmero de Tijarafe, permanece desaparecido desde finales de marzo. Las batidas realizadas por las fuerzas de seguridad, así como las inspecciones policiales de los lugares que frecuentaba no dieron resultado en los días posteriores a que se detectara su ausencia.

Pedro, maquinista de profesión y autónomo, tiene dos hijas y sufre esquizofrenia crónica. Según su entorno, días antes de que desapareciera un profesional médico le cambió su medicación.

La última vez que sus familiares hablaron con él fue el 19 de marzo. La denuncia se presentó el día 31 de ese mes. Pedro es una persona solitaria y desconfiada. A finales de diciembre de 2015 y comienzos de enero de 2016, también se le dio por desaparecido, pero, en realidad, estaba encerrado en su casa, deshidratado y desnutrido. Las tareas de búsqueda hechas por la Policía Local, guardias civiles, voluntarios de AEA o familiares no han dado resultado positivo alguno. Su vehículo apareció abierto y con recetas electrónicas en su interior junto a la casa donde vivía de alquiler, en la calle Juan del Valle.

Para tratar de dar con el paradero de Pedro Pérez, por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil se hicieron gestiones con una compañía telefónica, con el objetivo de conocer el intercambio de llamadas y mensajes en su móvil, así como su ubicación en los días en que se le perdió el rastro. Según una de las fuentes, aún se desconoce el resultado de esa gestión. El 19 de mayo, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Los Llanos de Aridane decretó el sobreseimiento provisional y archivo de la causa porque no aparece debidamente justificada la perpetración de delito.

La hija que denunció la desaparición también contrató a un abogado para que la ayude en el proceso, a la vez que contactó con el criminólogo Félix Ríos.