La Audiencia de Pontevedra fijó en 47 años de prisión la condena a Arturo Domínguez, el hombre que mató con una escopeta a su expareja y al novio de la mujer en julio de 2015, cuyos cuerpos aparecieron en un monte de la localidad pontevedresa de Arbo.

La sentencia sigue la senda marcada por el jurado popular, que declaró al acusado por unanimidad culpable de este doble crimen. El tribunal entendió entonces que el comportamiento de Arturo Domínguez hacia su expareja, Beatriz Rodríguez, era "posesivo, controlador y violento".