Un jurado ha declarado hoy culpable de asesinato al joven que hace dos años mató en Las Palmas de Gran Canaria a su vecina, la estudiante Saray González, después de que esta le recriminara el ruido que hacía jugando al ordenador, tras descartar que en ese momento estuviera enajenado.

El veredicto hecho público esta tarde en la Audiencia de Las Palmas establece como probado que Alberto M.P. mató a golpes a su vecina, puesto que ni siquiera el propio procesado negaba la autoría del crimen; si bien no en los términos que alegaba la defensa.

Durante el juicio, Alberto M.P. ha pedido perdón a la familia de la fallecida, ha dicho que se arrepiente "todos los días" de lo que hizo y ha alegado en su descargo que en ese momento "no era él".

Sin embargo, los jurados que han examinado el caso han dictaminado por unanimidad que atacó a Saray González de una forma alevosa (sin posibilidad alguna de que se defendiera), "con la intención de matarla" y en pleno uso de sus facultades mentales.

El juez que ha presidido la vista, Miguel Ángel Parramón, preguntó de hecho en el objeto de veredicto al tribunal si podía considerarse que Alberto M.P. no era dueño de sus actos, porque sus facultades de autocontrol y de comprensión de lo que hacía habían quedado anuladas por el efecto de su "adicción a los videojuegos" y por tener una "personalidad esquizoide", como sostenía la defensa.

Por unanimidad, el Jurado ha negado que fuera así. Sin embargo, tampoco ha aceptado que el número de golpes que Alberto M.P. propinó a su víctima estuviera dirigido a elevar su sufrimiento, por lo que no aprecia que concurra la agravante de ensañamiento.

En vista de este veredicto, la Fiscalía y la acusación que representa a la familia de la víctima han solicitado una condena de 20 años de cárcel por asesinato.