El abogado Agustín Martínez Becerra, defensor de tres de los cinco acusados de violar en los sanfermines del año pasado a una joven madrileña, ha negado hoy los cargos sustentados en unas pruebas "viciadas de origen".

La suya ha sido la primera intervención de la última sesión del juicio, dedicada a las conclusiones de las defensas, y en ella ha repetido las declaraciones de la propia denunciante en las que admitió que por su comportamiento los acusados pudieron entender "que sí o que no" había consentido las relaciones sexuales.

Ha negado además que sus clientes sean autores de alguno de los vídeos grabados, ya que estaban en los móviles de los otros dos imputados, un militar y un guarida civil, y también cualquier relación con el robo del móvil de la chica que reconoció este último el primer día de juicio.

"No son modelo de nada", incluso "imbéciles" en algunos aspectos, "simples" y "primarios" con el fútbol o las relaciones sexuales, "cuantas más mejor", pero son "buenos hijos" y se les "está destruyendo sin que hayan cometido el delito", ha asegurado instantes antes de pedir al tribunal su absolución.