La Guardia Civil ha detenido a 32 personas presuntamente involucradas en una trama que consiguió vender ilegalmente casi 70 toneladas de piezas de hierro, bronce y cobre sustraídas de buques atracados en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria o de empresas radicadas en sus instalaciones.

La Comandancia de Las Palmas da por esclarecidos en esta operación un total de 34 delitos contra el patrimonio (robo con fuerza, hurto, falsedad documental y receptación) cometidos por personas que trabajan en la asistencia a los buques del puerto.

Las investigaciones se pusieron en marcha en abril, cuando se identificó a un individuo que llevaba a una recuperadora de metales instalada dentro del puerto de La Luz diverso material náutico, pero sobre todo piezas de bronce, como válvulas, juntas o anillos.

Esa persona despertó las sospechas porque no disponía de documento alguno que demostrara que esos materiales tenían una procedencia lícita, por lo que los agentes le requisaron el material por observar indicios de que se tratara de metales robados.

Posteriormente, descubrieron que esos materiales procedían de un barco varado en las instalaciones de una empresa dedicada a las reparaciones navales y el mantenimiento de buques.

Tras reconocer el capitán de ese buque el material sustraído, la Guardia Civil cursó la correspondiente denuncia, lo que conllevó la detención como presunto autor de un de robo con fuerza de A.U.C.V, un individuo que trabaja para una empresa del sector de reparaciones navales que opera en el interior del puerto.

El responsable de otro grupo empresarial, dedicado al mismo sector, se puso en contacto con la Guardia Civil para denunciar otros robos similares y facilitó información de operarios que tenían autorización para entregar ese tipo de piezas a las compañías de recuperación de metales.

Gracias a ello, se obtuvieron "numerosos indicios" de la participación en ese tipo de robos de otras 31 personas, que ya han sido detenidas o denunciadas.

En un comunicado, la Guardia Civil precisa que estos robos de metal en el puerto de La Luz se desarrollaban tanto a título individual, como de forma "perfectamente orquestada por varios individuos, que aprovechaban que tenían acceso al interior de las instalaciones de las empresas, embarcaciones en reparación o en mantenimiento".

Esas personas se aprovechaban de sus conocimientos profesionales sobre la actividad de las empresas de reparaciones y sobre "los escasos medios de control" con que cuentan y, además, vendían ese metal en una recuperadora situada dentro del puerto, para evitar "los controles policiales que se encuentran en el acceso y salida del recinto portuario", precisa la Comandancia de Las Palmas

La Guardia Civil asegura que ha podido comprobar cómo se sustraían de forma "sistemática" piezas en su mayoría de segunda mano (pero también nuevas), que luego se colocaban en diferentes recuperadoras de metal de la isla, "realizándose la mayoría de las ventas en horarios de descanso laboral, sobre todo entre las 13.00 y las 15.00 horas, para no levantar sospechas tanto de sus propios jefes, como en los posibles controles rutinarios de los distintos cuerpos de seguridad que operan en el puerto".

Las investigaciones señalan también como presunta partícipe en esta operación delictiva al responsable de una empresa recuperadora de metales, que "supuestamente conocía la procedencia ilícita de algunos efectos que adquiría como chatarra".

En la operación, se han recuperado unas 140 piezas sustraídas, con un peso total de 600 kilos, que han sido devueltas a sus legítimos propietarios.