Los ladrones saben que en algunos miradores, como son los dos situados en la carretera de Masca y los ubicados junto a las vías de acceso al Parque Nacional del Teide, tienen un botín casi seguro. El exceso de confianza de las víctimas, que dejan los coches abiertos o los objetos de valor a la vista, así como la falta de suficiente presencia de las fuerzas de seguridad son factores que facilitan el "trabajo" de los delincuentes, entre los que puede haber tinerfeños, magrebíes o rumanos. La Guardia Civil atrapa a algunos de ellos, pero los delitos esclarecidos son una pequeña parte de los casos que se dan a diario.

La operación Danubio (lucha contra los hurtos y pequeños robos protagonizados principalmente por ciudadanos de Europa del Este) que la Policía Nacional lleva a cabo en Los Cristianos, Playa de las Américas y Costa Adeje está dando frutos en materia de prevención, según fuentes sindicales.

Por ese motivo, los delincuentes prefieren actuar en otros lugares a los que acuden turistas.

Uno de los puntos donde hay robos al descuido con frecuencia es el mirador de Cherfe, justo cuando empieza el descenso a Masca desde Santiago del Teide.

Un trabajador de la zona señala que los ladrones "son profesionales". Uno de sus métodos consiste en simular que están haciendo fotos con el teléfono móvil, mientras las víctimas miran el paisaje. Sin dejar de aparentar que capta imágenes, el delincuente, con otra mano, se aproxima de espaldas a las cerraduras de las puertas de los vehículos de alquiler. Si no están cerradas con seguro, las abren y sustraen los bolsos con efectos de valor y dinero que hay dentro.

En el otro mirador de la carretera de Masca, situado a una cota más baja, los turistas pierden de vista sus coches de alquiler. Por ese motivo, algunos delincuentes rompen los cristales de las puertas para robar. Operarios de mantenimiento de carreteras del Cabildo de Tenerife suelen encontrar numerosos bolsos y carteras de los turistas en los márgenes de la citada vía en el tramo que desciende hacia Santiago del Teide. Tales objetos son tirados allí por los delincuentes tras sacar el dinero o efectos de valor que hay en su interior. Una de las fuentes consultadas indica que la prevención o la intervención no resulta complicada en dicho lugar, puesto que la llegada y huida de los ladrones se produce por una única carretera.

Parte de los turistas afectados por estas infracciones penales interponen la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional en el Sur de Tenerife, aunque los hechos han ocurrido en demarcación de la Guardia Civil.

Fuentes sindicales comentan que en la citada Comisaría se recibieron nada menos que 34 denuncias de este tipo en tan solo tres semanas del pasado mes.

Una de estas víctimas fue una turista suiza que aparcó su Audi A4 en uno de los miradores de la carretera TF-21 (acceso al Teide). Entre otras cosas, le sustrajeron 1.580 euros en efectivo, así como otros 600 en moneda extranjera (dólares, libras y francos suizos).

Importante fue el robo sufrido por un ciudadano alemán en Santiago del Teide el pasado 26 de octubre. Además de documentación de identidad, de conducir, bancaria y sanitaria, a dicho germano le sustrajeron 85 euros en efectivo, pero más de 4.000 en material fotográfico, concretamente en una cámara y dos teleobjetivos de la prestigiosa marca Nikon.

En uno de los miradores de Masca, a un hombre polaco le hurtaron 600 euros. Solo estuvo fuera de su vehículo cinco minutos. Otro punto donde se cometen robos de este tipo es el mirador de Pino Gordo, en Vilaflor. A otro alemán le forzaron la puerta delantera derecha de su coche de alquiler y le sustrajeron 300 euros.

En una ocasión, una ciudadana francesa sufrió uno de estos delitos en uno de los miradores de Masca. Los ladrones consiguieron apropiarse de una cartera roja con 500 euros, entre otras cosas. Pero esta vez la afectada comprobó que los dos autores, que tienen entre 25 y 30 años, según su descripción, consiguieron escapar a bordo de un vehículo BMW.

Por la matrícula aportada por la víctima se supo que dicho automóvil fue alquilado a una empresa de alquiler. Fuentes policiales comentan que, en estos casos generalmente no resulta difícil detectar a los delincuentes. Si se acude a la empresa de alquiler a la que pertenece dicho coche, se sabrá qué persona firmó el contrato y, a partir de ahí, se deben hacer gestiones para identificar y localizar a los ladrones.

Si los turistas denuncian en la Policía Nacional los robos ocurridos en "territorio" de la Guardia Civil, los escritos se remiten a la Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife y, desde dicho organismo, se reenvían a los puestos del Instituto Armado que corresponda. La burocracia tampoco juega a favor del afectado por el delito.

La actual legislación provoca que un número muy elevado de estas denuncias acaben archivadas y ni siquiera lleguen a los juzgados. El motivo es que la actual normativa permite su archivo si en las 72 horas siguientes a la interposición de la denuncia no se identifica o arresta a los autores. A partir de ahí, a las víctimas únicamente les queda denunciar en un juzgado; algo muy improbable en el caso de turistas que en pocos días tienen que regresar a sus países de origen.

Algunas víctimas de estas infracciones penales tienen un problema añadido en el caso de que las compañías aéreas con las que vuelven a su lugar de residencia les reclamen obligatoriamente aportar su documentación personal y se la han robado. Desde ese momento, los afectados tienen que realizar trámites con sus embajadas o consulados para que les aporten "papeles" alternativos.