Un motorista de unos 50 años que sufrió un accidente en la M-30 de Madrid fue atendido por personal del Samur, que al retirarle la ropa descubrió que tenía cuatro puñaladas que aseguró que se había hecho él mismo, aunque este extremo se investiga.

Los médicos que acudieron al lugar del accidente le apreciaron un traumatismo facial y otro ortopédico y, al retirarle la ropa para comprobar las lesiones, detectaron que tenía cuatro heridas de arma blanca: dos en el hemitórax izquierdo y dos en el costado izquierdo.