Cuatro niños murieron ayer y once personas resultaron heridas graves a causa de la colisión de un autobús de transporte escolar con un tren cerca de Perpiñán, en el sureste de Francia, informó el primer ministro, Edouard Philippe.

Otras nueve personas están hospitalizadas con heridas de menor gravedad, señaló el jefe del Gobierno desde el municipio de Millas, en el que se produjeron los hechos a las 16:06 de la tarde (15:06 GMT) en un paso a nivel con barrera.

Philippe, que habló de un "drama terrible", señaló que las causas del accidente están "por determinar", para lo que se han abierto dos investigaciones, una judicial y otra administrativa.

El primer ministro señaló que todos los heridos estaban siendo atendidos en diversos centros hospitalarios de la región y pidió respeto para los familiares, que fueron agrupados en el colegio de Millas desde el que había partido el autobús al final de la jornada escolar.

Agregó que los familiares están sufriendo "una situación de gran angustia" porque tanto las víctimas mortales como algunos de los heridos no se pueden identificar con facilidad.

Philippe aseguró que la prioridad pasa ahora por identificar a las víctimas y aseguró que se pondrá al servicio de los familiares el apoyo psicológico que sea necesario.

Las imágenes mostradas por algunos medios locales muestran que el autobús quedó partido en dos tras la colisión con el tren.

La empresa pública de ferrocarriles SNCF indicó que el tren circulaba a unos 80 kilómetros por hora.