J.G.R. eludió entrar en prisión al declararse ayer autor de abusos a una menor que en el momento de los hechos tenía trece años. La Audiencia impuso al proceslado una condena de dos años de cárcel, aunque, si no incurre en algún delito a lo largo de este mismo tiempo y asiste a cursos de educación sexual y sobre adicción a bebidas alcohólicas por un máximo de tres años, seguirá en libertad.
Además, deberá permanecer cinco años alejado quinientos metros de la víctima, no llevar a cabo ninguna labor en la que participen menores y estará tres años en libertad vigilada.
El encausado tiene 45 años y durante la vista oral celebrada ayer en la Audiencia admitió que, aprovechándose de que su sobrina acudía junto a sus hermanos a pasar los fines de semana en la finca de la que es propietario en Arafo, cometió los abusos.

Los tocamientos a su sobrina ocurrieron en 2015, cuando la víctima lo ayudaba en su finca

En 2015, cuando la menor le ayudaba con las tareas agrícolas y ambos se encontraban en el lagar, la sentó sobre él y aparentando que jugaba con ella llevó a cabo diversos tocamientos. A continuación también se bañó junto a la menor mientras esta llevaba ropa interior.
La madre de la víctima denunció los hechos a finales de 2016 y el encausado estuvo privado de libertad durante dos días en el mes de septiembre.
La Fiscalía estuvo de acuerdo en suspender la entrada en prisión del encausado siempre y cuando cumpla con los requerimientos de no cometer ningún delito en el período de dos años y llevar a cabo las obligaciones y prohibiciones contenidas en la sentencia de conformidad.
Entre ellas figuran los cursos sobre educación sexual y para superar la adicción a las bebidas alcohólicas.