El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha desestimado el recurso contra la sentencia absolutoria en el caso de dos varones y una mujer que fueron juzgados bajo acusación de haber obligado a una vallisoletana a ejercer la prostitución en Alemania, con lo que ha confirmado la absolución de los mismos.

Según han informado a Europa Press fuentes del TSJCyL, este Alto tribunal ha desestimado el recurso contra la sentencia presentado por el Ministerio Fiscal, con la adhesión de la acusación particular.

En su fallo, ahora confirmado íntegramente por el TSJCyL, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial absolvía a un varón de origen rumano y otro hombre y una mujer, estos dos de nacionalidad búlgara, que fueron juzgados bajo la acusación de haber obligado en enero de 2016 a una vallisoletana a ejercer la prostitución en Alemania, cargos por los que se exponía cada uno a una condena de diez años de prisión.

La sentencia, emitida el pasado mes de octubre de 2017, fundamentaba la absolución de los tres procesados en las contradicciones de la denunciante y por entender que no ha quedado probado el elemento fundamental del delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, es decir, la captación mediante engaño de la víctima para ejercer la prostitución, tras constatar que ésta viajo libremente hasta Alemania con la intención de continuar con esta actividad, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La resolución del tribunal contrastaba con la postura de las acusaciones pública y particular, que solicitaron para los tres ocupantes del banquillo, el rumano I.L.R. y los búlgaros B.S.A. y S.D.S, esta última mujer, una condena de diez años de privación de libertad, así como en el caso del primero una multa de 480 euros por un delito leve de lesiones.

Frente a la versión exculpatoria de los tres procesados, que permanecían en libertad provisional, la denunciante, S.G.P, de 27 años cuando ocurrieron los hechos y prostituta de profesión, como así reconoció en la vista oral del juicio, ratificó la denuncia interpuesta en su día según la cual a primeros de enero de 2016 viajó hasta la localidad alemana de Lüdenscheid --una ciudad situada en Westfalia, en el oeste germano-- junto con los tres presuntos proxenetas, a quienes conocía, con el fin de seguir ganándose la vida de la misma forma, pero libremente.

Sin embargo, asegura que una vez allí sus acompañantes la privaron del pasaporte y del teléfono móvil y la mantuvieron retenida durante una semana en una vivienda en la que tuvo que ejercer la prostitución bajo amenazas y con la obligación de entregar a sus supuestos captores la recaudación obtenida por sus servicios.

A PUNTO DE CASARSE A LA FUERZA

Días después, uno de sus presuntos raptores se vio envuelto en un conflicto con las autoridades de aquel país y, apremiado por la obligación de abonar una fianza, la vallisoletana fue conminada a contraer matrimonio con un ciudadano turco, enlace que permitiría al deudor obtener una suma de dinero con la que poder afrontar el pago.

La negativa de la víctima se tradujo, según mantuvo, en una paliza. Esta supuesta boda como moneda de cambio está siendo investigada por la justicia alemana en un proceso independiente.

Finalmente, la denunciante relató que el 14 de enero logró abandonar la vivienda y, gracias a la recuperación del móvil que le habían requisado, contactó primero con las autoridades alemanas, que se encargaron de repatriarla.

Una vez en España, acudió a la Comisaría de Las Delicias de Valladolid para denunciar el episodio vivido en Alemania y, además, las amenazas que sufría por parte de dos supuestos compinches de los proxenetas.