La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife pide un total de 22 años y dos meses de cárcel para tres acusados de detención ilegal y robo con violencia. Los supuestos delitos fueron cometidos en la madrugada del 14 de octubre del 2016 por S.S.M., T.R.H. y A.B.M.G., en la vivienda de esta última en Santa Cruz, cuando se abalanzaron sobre la víctima mientras dormía. Las dos mujeres trataron de sujetarlo poniéndole un edredón encima, a la vez que el procesado S.S.M. le colocó unos grilletes en ambas muñecas. A continuación, le propinó puñetazos y patadas en diferentes partes del cuerpo.

Los implicados exigieron que les diera el dinero que tuviera, arrebatándole 10 euros que guardaba en la cartera y otros 360 que llevaba en la ropa interior. A.B.M.G. se marchó del domicilio y los demás permanecieron en la casa, donde retenían al afectado en contra de su voluntad, con la intención de llevarle luego al banco para que sacara más fondos de su cuenta. Esperaron varias horas hasta que la sucursal elegida abriera sus puertas.

Sobre las diez de la mañana, S.S.M. sacó de la vivienda al perjudicado y lo llevó atemorizado y con los grilletes cubiertos por un suéter hasta una ferretería, con el fin de que le quitaran las esposas, lo que no pudo hacer el ferretero. Pese a ello, el acusado lo trasladó al banco, donde se pusieron a la cola para ser atendidos en la ventanilla y extraer todo el dinero que tuviera la víctima en la cuenta corriente. Pero las circunstancias en las que se encontraban llamaron la atención de los empleados, que avisaron a la Policía, cuyos agentes se personaron poco después en la sucursal. Tras verificar lo que ocurría procedieron a detener al acusado y a liberar y a atender al herido. Este último es un camarero desempleado de 46 años que sufrió contusiones, hematomas en los ojos, codo izquierdo, fosa renal derecha, excoriaciones en la zona lumbar derecha y laceraciones en ambas muñecas, que precisaron quince días para sanar, de los que uno permaneció ingresado. Como medida cautelar urgente se acordó la prohibición de que S.S.M. se acercara o comunicara con el afectado durante la instrucción de la causa.

El juicio tendrá lugar mañana. El procesado ya cumplió una condena de dos años y medio de cárcel por tres robos con violencia e intimidación por cada uno de estos delitos. Además, se le considera autor de otro por atentado, por lo que estuvo un año en prisión. A finales de 2015 acabó de cumplir dichas penas. Un Juzgado de Huelva emitió una sentencia firme a mitad del pasado año por un delito de lesiones que concluyó con la imposición de una multa. La acusada B.M.G. fue condenada en 2014 por robo con violencia e intimidación a seis meses de prisión.

Más de 1.000 euros por las lesiones

Como responsabilidad civil se fija el pago de los 370 euros sustraídos más los intereses legales y además S. S. MN. deberá pagarle 1.040 euros por las lesiones causadas y los días de curación, incapacidad y hospitalización, con los correspondientes intereses legales. Este último procesado debería mantenerse alejado 500 metros de la víctima durante un año después de su salida de prisión.