La instrucción por presunta pederastia contra el cardenal australiano George Pell, jefe de las finanzas del Vaticano, concluyó hoy en un tribunal de Australia, que en las próximas semanas decidirá si le abre una causa formal.

"Se espera que (la juez Belinda Wallington) anuncie su decisión final en la segunda o tercera semana de abril", declaró la oficina de prensa del Tribunal de Magistrados de Melbourne.

La misma fuente especificó que podría haber mañana aún otra vista pero dedicada a argumentos legales.

Según el canal 9 de la televisión australiana, la defensa y la acusación deben volver a la sala el 17 de abril para presentar por escrito sus argumentos.

La Policía del estado de Victoria imputó a Pell en 2017 con "múltiples" acusaciones históricas de presunto abuso sexual a menores, cuyo número y detalles se desconoce por estar bajo secreto de sumario.

Las acusaciones podrían abarcan el período de labor religiosa en Australia del prelado, que se ordenó en 1966, y trabajó en varias parroquias y escuelas de Victoria, hasta alcanzar los cargos de arzobispo de Melbourne (1986) y de Sídney (2001).

Durante esta fase sumarial, que comenzó el 5 de marzo, han prestado declaración una treintena de testigos, varios de ellos en vistas a puerta cerrada.

La defensa ha interrogado a varios testigos sobre presuntos incidentes ocurridos en piscinas, iglesias, salas de cine y un lago en Victoria, de donde es originario Pell, quien se ha declarado inocente de todas las acusaciones.

En la última vista declaró el detective Christopher Reed, que desde 2013 lideró las investigaciones sobre los presuntos abusos sexuales a menores atribuidos al prelado de 76 años.

El abogado de la defensa, Robert Richter, que ayer instó a la jueza a retirarse del caso por parcialidad, sugirió que la Policía formuló los cargos sin analizar adecuadamente las acusaciones de supuestas víctimas y denunció contradicciones en algunos de estos relatos.

El proceso contra Pell comenzó después de que el cardenal declarara en tres ocasiones como testigo ante la Comisión Real que investigó la respuesta de las instituciones públicas y religiosas de Australia a los abusos sexuales de menores cometidos en su seno.

Según la Comisión, la Iglesia católica recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos a menores cometidos por unos 1.880 miembros de la institución, sobre todo sacerdotes, entre 1980 y 2015, aunque algunos casos se remontan a la década de 1920.

Sin embargo, la Comisión no investigó los presuntos casos de pederastia de Pell.