Al menos nueve personas resultaron ayer muertas en Toronto cuando una furgoneta se subió a la acera de una de las principales calles de la ciudad y arrolló a un grupo de viandantes, informó la Policía.

Además, 16 personas resultaron heridas, dijo un portavoz policial sobre el incidente, que se produjo a las 13:30 hora local (17:30 GMT) y tras el cual el conductor de la furgoneta fue detenido.

De los 16 heridos, dos estaban en condición crítica en el momento de elaborar esta información en condición crítica y otros dos se encuentran graves.

El conductor de la furgoneta que atropelló a los peatones fue detenido, pero al cierre de la presente edición se desconocía la naturaleza del incidente y las motivaciones del individuo.

La Policía confirmó además que tenía a un sospechoso bajo custodia y pidió a los testigos presenciales que aporten toda la información que tengan.

El "número dos" de la Policía de Toronto, Peter Yuen, explicó que se movilizaran "todos los recursos disponibles" para investigar el incidente y se abrieron dos líneas telefónicas, una para víctimas y familiares y otra para testigos que puedan aportar información. Yuen advirtió que será una "larga investigación" con multitud de testigos.

Por su parte, el ministro de Seguridad Pública del gobierno federal canadiense, Ralph Goodale, compareció ante la prensa para informar del incidente y subrayó que por el momento no hay información que justifique un incremento del nivel de riesgo de atentado terrorista.

Las autoridades mantienen así el nivel de riesgo en "medio", lo que implica que puede producirse un atentado terrorista. Este nivel está en vigor desde octubre de 2014. El ministro Goodale afirmó además que el Gobierno "no puede llegar a ninguna conclusión firme" con respecto al atropello.

La Policía fue avisada a las 13.27 (hora local) por una "colisión" en una importante intersección del norte de Toronto. Una furgoneta penetró en la concurrida acera y atropelló a varios peatones, explicó una portavoz de la Policía de Toronto, Meaghan Gray.

De acuerdo con la televisión pública canadiense, CBC, el conductor se dio a la fuga. Sin embargo, la Policía anunció su detención poco después. Hasta que fue capturado, las fuerzas de seguridad desplegaron un cordón de seguridad y pidieron a la población que evitara la zona. Un testigo presencial identificado como Alí aseguró a la CNN que el conductor parecía dirigirse intencionadamente hacia la gente.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha expresado sus condolencias a las víctimas.