La Guardia Civil ha detenido a ocho personas y ha desmantelado un laboratorio de cocaína en la provincia de Albacete, en el marco de una operación que ha permitido además desactivar siete puntos de venta de droga en viviendas y establecimientos públicos de Valencia y Albacete.

En el desarrollo de esta operación, de la que ha informado la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha en un comunicado, también se han incautado 720 gramos de cocaína de gran pureza, 96 gramos de metanfetamina y 40 gramos de marihuana, con los que se podrían elaborado 14.864 dosis; cuatro turismos, 12.095 euros en metálico procedentes de la venta de droga y numerosos objetos para elaborar la droga.

Además, la Delegación del Gobierno ha aseverado que parte de la droga iba a ser destinada a consumidores en el festival Viñarock de Villarrobledo.

Los detenidos, con edades comprendidas entre 33 y 53 años y de varias nacionalidades, residían en las localidades albaceteñas de La Roda y Minaya, y en la ciudad de Valencia; alguno de ellos tenía antecedentes por delitos contra la salud pública.

La Guardia Civil inició las investigaciones el pasado mes de agosto tras haber tenido conocimiento de que un vecino de La Roda podría estar dedicándose a la venta de drogas, concretamente cocaína, para lo que utilizaba como punto de venta su propio domicilio.

En las primeras investigaciones, los agentes pudieron comprobar la existencia de un entramado criminal compuesto por este vecino y otras dos personas, las cuales mantenían frecuentes encuentros en relación a la adquisición, adulteración y distribución de la cocaína.

El jefe del grupo disfrutaba de un alto nivel de vida y era el encargado de desplazarse a distintas localidades para realizar las entregas y para recaudar el dinero de las ventas, gracias a lo cual se pudieron documentar varios puntos de venta ubicados en domicilios particulares y establecimientos públicos.

Esta misma persona se dedicaba a "cocinar" la droga antes de su venta, para lo que utilizaba las instalaciones de su puesto de trabajo en una instalación fotovoltaica ubicada en el término municipal de La Roda que, al disponer de numerosas medidas de seguridad, como cámaras de vigilancia, sensores y detectores de movimiento, la hacía propicia para llevar a cabo esta actividad.

Allí, la Guardia Civil consiguió desmantelar un laboratorio perfectamente equipado y acondicionado para adulterar la cocaína, mezclándose esta con distintos precursores con el objetivo de aumentar su volumen, con lo que se conseguía hasta quintuplicar el beneficio económico obtenido por su venta.

Una vez adulterada, la droga era preparada en pequeñas o grandes cantidades, según la demanda de los intermediarios, que una vez en su poder la envasaban en dosis, para su venta final.

En la fase final de la operación se materializaron diez registros en La Roda, Minaya y Valencia.

Tras las detenciones, los ocho arrestados fueron puestos a disposición judicial, que decretó el ingreso en prisión para dos de ellos.