Un jurado determinará desde el día 15 de junio la posible culpabilidad de Andrés H.O. como presunto autor del asesinato de su pareja, Ana Belén G.P., que tuvo lugar el 4 de agosto de 2017 en El Draguillo, en Santa Cruz de Tenerife. El procesado mantenía, desde hacía unos meses, una relación con la fallecida y una semana antes de los hechos decidieron convivir juntos como "ocupas" en una vivienda de dicho barrio.

Ambos eran adictos a las drogas y en la tarde noche de aquel día, tras haber estado ingiriendo sustancias estupefacientes y alcohol, Andres H.O. agredió a su pareja de una forma que la Fiscalía califica de "salvaje". El crimen salió a la luz dos días más tarde y fue considerado como violencia de género, por lo que dio lugar a una serie de pronunciamientos, entre ellos el de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat; del consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno canario, José Miguel Barragán; del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez; la presidenta del Parlamento regional, Carolina Darias, y del Instituto Canario para la Igualdad.

El Ministerio Público considera probado que Andrés H.O. mató a su pareja a base de golpes, mordidas y asfixiándola con las manos, por lo que la víctima padeció una "larga y prolongada agonía". Según la Fiscalía, el presunto autor provocó a la víctima múltiples lesiones en la cara y cuello, excoriaciones y contusiones en la frente, párpados, pómulos y mejillas, mentón y cuello. La mujer perdió los dientes y sufrió heridas en la cabeza, zona occipital, temporal y pabellón auricular causadas con un objeto duro y contundente sin llegar a fracturar el cráneo.

También presentaba hasta diecisiete heridas que causaron hematomas, erosiones, excoriaciones en el pecho, en el tórax y abdomen, producidos por los golpes propinados con planchas de metal que estaban en el lugar. Con estos elementos también produjo, de forma brutal, fracturas en varias vértebras y el esternón, que dieron lugar a hemorragias, rotura del hígado y aplastamiento torácico abdominal, entre otras. La mujer presentaba signos de estrangulamiento por obstrucción de vías aéreas y aplastamiento torácico que junto al cuadro de politraumatismo, concluyeron con la muerte por asfixia y edema pulmonar. El cadáver tenía huellas de mordida humana en el brazo izquierdo y golpes en los brazos, codos y antebrazos. Pese a que la mujer estaba bajos los efectos de las drogas, alcohol y abuso de psicofármacos, la Fiscalía cree posible que consiguiera oponer algo de resistencia a la agresión del acusado.

Andres H.O. ya había sido condenado, justo un año antes, por un delito de lesiones en otro caso de violencia de género.

El Ministerio Público cree que se puede aplicar el atenuante de drogadicción y el agravante de parentesco.