La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) rechazó el recurso presentado por Víctor Manuel B.V., en el que pedía que se anulara la condena de ocho años de prisión por un delito de agresión sexual y otro de atentado a un guardia civil. También mantiene la obligación de pagar 25.000 euros a la víctima, una mujer de La Esperanza a la que conocía previamente porque, durante un tiempo realizó obras en su casa, y otros 275 al guardia civil al que causó lesiones e insultó.

Los hechos tuvieron lugar en agosto de 2016. El condenado se encontró con la vecina en una guagua que iba a La Esperanza. Le preguntó si iba a llevar a cabo alguna otra reforma y le pidió que lo invitara a café en su casa. La respuesta de la mujer fue negativa. Poco después, el acusado apareció en su domicilio, entró en el mismo e intentó agredirla. No pudo hacerlo porque en ese momento llegaron familiares de la víctima, que avisaron a la Guardia Civil.

La defensa del encausado quiso anular la condena apelando a que la víctima había cambiado su versión en varias ocasiones, no hubo violación y que actuó bajo los efectos del alcohol. El TSJC da por válidas las pruebas presentadas en la vista oral que vendrían a demostrar que el acusado irrumpió en la casa de la denunciante, la agarró del pelo, la golpeó contra el suelo e intentó agredirla sexualmente causándole lesiones. El recurso apunta las contradicciones de la víctima cuando fue atendida por los médicos se justifican por el estado de ansiedad en el que estaba y la medicación que, en consecuencia, se le tuvo que prescribir. La mujer estaba preocupada porque sus nietos la hallaron semidesnuda y, al temer por su vida, al ver que el asaltante buscaba un cuchillo en los cajones de la cocina.