Los jóvenes José Iván L.G. y Kevin P.M. resultaron absueltos del delito de lesiones por el que venían siendo acusados a raíz de que participaran en una pelea que tuvo lugar en los carnavales de Santa Cruz de La Palma en 2014. El Ministerio Fiscal pedía que ambos individuos pagaran una indemnización de 16.000 euros al denunciante, que fue identificado como Moisés L.F..

A las dos de la madrugada de ese día se produjo una discusión entre este joven y José Iván L.G., al entender este último que el primero estaba molestando a su novia y a la de su amigo, Kevin P. M.. En un momento dado, ambas partes se enfrentaron, cayeron al suelo y fueron separados por varias personas.

La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife discrepa de la versión de los hechos ofrecida por el denunciante y de que las heridas que presentaba hubieran sido causadas por los acusados.

De hecho, la declaración de uno de los amigos de la supuesta víctima presentaba, a juicio de la Sala, "inconsistencias que introducen serias dudas sobre su credibilidad".

El propio denunciante admitió que ni siquiera podía concretar cómo se había producido el primer golpe, dado que se había tratado de un ataque "inopinado, imprevisto y muy violento".

Por ello, tenía que remitirse a lo que le había contado su amigo.

Sin embargo, la Sala llama la atención al hecho de que durante sus primeras declaraciones describió detalladamente cómo se había producido el enfrentamiento.

Además, existen dos partes de lesiones que se corresponden a horas distintas.

En el primero se habla de golpes en el rostro, mientras que en el segundo se refleja la pérdida de una pieza dental y una fractura de nariz.

El testigo también incurrió en contradicciones y pasó de acusar a los dos denunciados de agredir a su amigo a manifestar en el juicio que solo lo había hecho Kevin P.M. y que, además, había participado otra persona más.

Los dos denunciados, por su parte, ofrecieron siempre la misma versión de los hechos.

Los procesados dijeron que el supuesto agredido estuvo provocándoles y faltándoles al respeto a sus novias y que fue él quien comenzó la pelea cuando le pidieron que dejara de molestar.

José Iván se limitó a defenderse y ambos cayeron al suelo.

Con posterioridad fueron separados y cada uno se marchó por su lado, relato que fue ratificado por varios testigos. Estos últimos indicaron que el denunciante y su amigo se habían visto involucrados en otras peleas a lo largo de la noche. El juez estima que en realidad los acusados habían actuado en legítima defensa.