Tras 64 horas de búsqueda, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han encontrado el cadáver del segundo de los desaparecidos en el edificio derrumbado, quien también trabajaba en la obra, según ha confirmado la alcaldesa, Manuela Carmena, aunque éste, para la Policía, es un elemento que está "en el aire".

Bajo siete metros de escombros y prácticamente en la zona cero de una montaña de cascotes, estaba el cuerpo sin vida de Agustín Bello, de 42 años y vecino de Parla (Madrid), después de que el pasado martes se viniera abajo la estructura interior del edificio ubicado en el número 19 de la calle General Martínez Campos, en el distrito de Chamberí.

El fallecido es hermano del jefe de obra, empleado de Aldesa, la constructora titular del contrato de rehabilitación integral del inmueble, y según éste, Agustín no trabajaba en la obra, sino que acudió a visitarle.

Estaban en la segunda planta y surgió "un problema", que su hermano tuvo que ir a comprobar. En ese momento se produjo el derrumbe, cuyas causas se están investigando.

Pese a las afirmaciones de su hermano, Carmena, que ha acudido nuevamente al lugar, ha declarado que el segundo fallecido era "un trabajador", aunque la Policía ha subrayado que es otro elemento que está "en el aire".

El jefe de la Unidad de Investigación y Coordinación de la Policía Judicial, Jesús María Cortijo, ha asegurado que por el momento no hay elementos para determinar si era trabajador o no.

El cadáver del segundo fallecido ha aparecido a alrededor de las 9 de la mañana, a dos metros por debajo de la otra víctima localizada ayer, José María Sánchez, de 56 años, casado y con dos hijas, natural del Malpartida de Plasencia (Cáceres).

El jefe de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Eugenio Amores, ha recalcado que el segundo fallecido "no ha sufrido absolutamente nada por cómo estaba el cadáver de contusionado".

La familia de Agustín, que ha permanecido en la zona a la espera de noticias, ha agradecido con un abrazo a los bomberos los esfuerzos para recuperar a las víctimas, un trabajo que ha sido complicado por la gran acumulación de escombros y vigas de hierro y que ha implicado a 70 efectivos.

Según ha explicado Amores, los bomberos han podido hallar los dos cuerpos gracias al cambio de estrategia que se hizo anteayer, lo que les permitió avanzar más rápido, al empezar a trabajar "a cielo abierto".

En la obra trabajaban unas 20 personas cuando la estructura interior del edificio, en el que se estaban efectuando trabajos de remodelación para convertirlo en pisos de lujo, se desplomó desde la séptima hasta la segunda planta a las 16.40 horas del pasado martes.

La encargada de la rehabilitación integral es Aldesa, pero a su vez subcontrató a dos empresas especializadas, Tygma y Tepuy, para demoler el edificio. En Tygma trabajaba desde hace tan solo tres semanas el obrero extremeño José María Sánchez.

Desde los sindicatos CC. OO. y UGT, que han trasladado su apoyo a los familiares de los fallecidos en el accidente laboral, consideran que hay "elementos sospechosos" tanto en materia de riesgos como en los contratos de los trabajadores: "Si había algún visitante, tendrán que demostrarlo".

Así lo han manifestado Jaime Cedrún (CC. OO.) y Luis López Reillo (UGT) tras aparecer el segundo fallecido. "Necesitamos más datos, que la investigación avance, para conocer cuál fue la causa. Pero sí podemos decir que aquí ha fallado toda la prevención de riesgos laborales", ha dicho Cedrún, para quien las obras de rehabilitación son "todavía más opacas que las de nueva construcción", por lo que podría haber "alguna que otra sorpresa".

El sindicato CGT exige a la Inspección de Trabajo y a la Fiscalía, la cual el miércoles abrió una investigación, que no solo se determinen las causas del derrumbe, sino también las condiciones en las que ambos fallecidos estaban realizando su trabajo.

A partir de ahora, se hará un análisis de cómo se encuentra la estructura, se fijarán las líneas que van a desarrollar y determinarán si harán una demolición controlada u otro tipo de demolición.